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enero 5, 2021Fronteras de tensión en el surponiente de la Alameda Central, Centro Histórico de la Ciudad de México
Adrian Orozco[1]
El sur poniente de la Alameda Central, espacio público histórico en disputa
El perímetro A del Centro Histórico, como lugar fundacional de la Ciudad, en los años recientes se ha convertido en un enclave patrimonial turístico y de interés para la inversión, el cual es higienizado expulsando prácticas y población no deseada. En este sentido, destaca el proyecto de “Rehabilitación de la Alameda y su entorno” en 2012 con una inversión pública de $243 millones, que mejora las condiciones de este parque, -el más antiguo del continente- e implementa acciones como el desalojo de más de 400 comerciantes informales y la puesta en operación de un estricto reglamento que no permite e inhibe ciertas prácticas populares no deseables en el nuevo escenario. Lo que Coulomb (2009) ha dado en llamar reduccionismo espacial y funcional del área patrimonial, que favorece procesos de polarización socioeconómica y fragmentación territorial. Un caso notable de observación, lo constituyó el Edificio Trevi, en el cual se articulan inversiones públicas de rehabilitación del parque urbano “Alameda Central” y la oportunidad de asociación de capitales inmobiliarios locales asociados a capitales financieros internacionales. Tanto el proyecto urbano, como el plan de negocios inmobiliario, no consideraron la protección a vecinos ni negocios locales, los cuales son desplazados para dar paso a los proyectos de rehabilitación.
Para hacer frente a esta problemática la ciudadanía se ha organizado en colectivos en torno a la defensa de su lugar por medio de estrategias de resistencia, acciones públicas y movilizaciones urbanas. En este sentido, el conflicto, de acuerdo con Melé (2016), tiene efectos y productividad territorial, jurídica y política, y momentos de acción colectiva que se traducen en un empoderamiento de los grupos movilizados con una gran capacidad de acción.
El edificio Colón #1, alberga a más de 40 familias y establecimientos mercantiles que el imaginario local ha dado en denominar patrimonio vivo. Estamos en la planta baja, dentro del Cafe Trevi, son las 9am y tomamos un café acompañado de una concha de vainilla. Programamos una entrevista a Carlos Acuña, vecino y líder de la organización vecinal 06000 Plataforma vecinal y Observatorio del Centro Histórico, subimos las escaleras, visitamos la azotea pergolada y posteriormente caminamos en la Alameda Central. Mientras tanto nos comenta:
Posteriormente se caminó por un andador donde se ubica la Fuente de la Templanza, un lugar frecuentado para leer y por parejas de novios, entre otros. Detrás de esta fuente se encuentran los restos de uno de los ahuehuetes más antiguos y grandes de la ciudad, llamado “Sargento” sembrado por Nezahualcóyotl, se trata de una especie nativa de México nombrada en 1921 árbol nacional. Atrás del Ahuehuete se ubica la Tribuna Monumental, un monumento dedicado al Escuadrón 201, cuya forma arquitectónica de media luna, facilita la práctica de grupos de teatro, de danza y otras disciplinas como el tai-chi, durante diferentes días y horas en la semana.
Esto de liderar la plataforma vecinal me ha tomado por sorpresa, de pronto comienza a suceder y uno tiene un poder… En realidad, no sé bien por qué hago esto. Tengo amor por mi edificio y por el barrio, la primera vez que pude pagarme un lugar y ser independiente fue en este edificio, desde niño quise vivir aquí.
Se puso especial atención en la visita al Edificio “Barrio Alameda” en la misma manzana del Trevi en la calle Dr. Mora #1. Este último, fue adquirido en 2014 bajo un esquema de ocupación temporal por inversionistas para convertirlo en un centro comercial de perfiles mercantiles de bares, restaurantes gourmet y tiendas especializadas, galerías de arte, estudios y despachos de diseñadores. El edificio Colón #1 fue adquirido en marzo de 2018 a través de un Fideicomiso asociado a una agencia inmobiliaria y un grupo de desarrolladores, los nuevos dueños exigieron la desocupación por parte de los habitantes sin respetar contratos vigentes o aplicar el derecho a preferencia de partes. El inmueble albergará en los próximos meses un nuevo restaurante y bar exclusivo, espacios de Coworking y de renta temporal. Los vecinos emprendieron demandas legales y luchas en distintos frentes para tratar de exigir sus derechos y salvar sus hogares, lo cual no tuvo ese resultado, sin embargo lo que sí lograron fue visibilizar ampliamente la problemática, empoderar al espacio y articular una nueva organización que aglutina a muchos residentes, fortaleciendo el sentido de comunidad. En este sentido comenta:
Hacia el mediodía, caminamos por la calle Independencia y conocimos el Centro Comercial “Mercado Independencia”, donde Sergio González nos brindó una entrevista, el es líder de la organización 06600 Plataforma Vecinal y Observatorio de la Colonia Juárez, quien han sido asesor de los vecinos organizados del Centro Histórico, cuenta con una amplia trayectoria de acción ciudadana en la Ciudad Central. Esta organización fue líder en el movimiento que detuvo el proyecto “Corredor Chapultepec” y ahora encabezan con gran visibilidad el “Frente Ciudadano para la defensa y mejora del Bosque de Chapultepec”, con una visión crítica radical al proyecto de rehabilitación. Nos describió que se encuentran elaborando la propuesta ciudadana de Plan de Desarrollo Urbano en la Juárez y como han logrado, como colectivo, ser beneficiarios de recursos públicos de Mejoramiento Barrial y Presupuestos Participativos. Durante la pandemia impulsaron junto a otras organizaciones la discusión de la Ley inquilinaria para la Ciudad de México.
Hacia las 2 de la tarde nos encontramos afuera de la estación del Metro Juárez con Brenda Raya, quien viene en su bicicleta, ella creció y vivió su infancia en la calle Artículo 123, ahora como abogada, acompaña en este mismo lugar, algunos procesos de expulsiones arbitrarias. En la esquina de la calle Iturbide, donde tiene su vivienda, conversamos con su tía, quien está levantando su puesto porque “ya acabó”. Desde hace décadas vende atole y tamales por las madrugadas a los acomodadores de los periódicos que se imprimen aquí, y que por las noches cierran la calle donde está el cine “Palacio Chino”.
Durante el recorrido se pudo observar la emergencia de nuevos desarrollos inmobiliarios y comerciales como el edificio Humboldt, que alberga despachos de diseño, galerías y restaurantes, otros más son el famoso tahilandes 123 o la Chirindongueria, mismos que han proliferado en los años recientes. Históricamente el tramo de la calle Artículo 123 entre Balderas y Humboldt ha sido ocupado por un gran colectivo de personas en situación de calle, Brenda nos narra algunas acciones de limpieza social por medio de levantones y sanitización, cuando han inaugurado alguno de los nuevos inmuebles rehabilitados.
Las transformaciones urbanas traen consigo cambios de uso de suelo y funciones urbanas, variación de giros, perfiles mercantiles y de equipamientos. Lo cual genera tensión entre residentes con distintas trayectorias, pero que hoy habitan un mismo espacio. Estos se diferencian por estilos de vida y perfiles de consumo. Lo que unos leen como aburguesamiento del barrio y que denominan “Blanqueamiento”, otros lo ven como un proceso de rehabilitación funcional, que debe regular los usos y remover poblaciones de calle, comercio en vía pública y todo aquello que no cuadra con una visión modernizadora del nuevo barrio creativo. Una parte de la entrevista, recupera como se establecen relaciones de estigmatización mutua:
… son como extraterrestres de barba azul que dicen querer recuperar el Barrio, pero nadie les habla ni los conoce…”, “…quieren quitar a los comerciantes de la calle, siendo que ellos estaban aquí primero, antes de que ellos llegaran….
Este modo de producir la ciudad que impulsa transformaciones en el paisaje urbano y espacio público, genera procesos de segregación social y espacial. Siguiendo a Caldeira (2007), este patrón de segregación espacial sirve de base a un nuevo tipo de esfera pública que acentúa las diferencias de clase y las estrategias de separación. Las diferentes clases sociales viven más próximas unas de las otras en algunas áreas, pero se mantienen separadas por barreras físicas y sistemas de identificación y control. La Ciudad neoliberal a través de fronteras microlocales
Las calles locales, como sendas y ejes articuladores de la ciudad, pueden convertirse también en bordes, elementos diferenciadores de dinámicas y procesos que se especializan y dónde inversiones comerciales e inmobiliarios, sin considerar impactos sociales, transforman los lugares. El impacto de proyectos y acciones urbanas realizadas en la Alameda Central y la calle Independencia y Artículo 123, como epicentro de las transformaciones en el paisaje urbano, asociadas a la apertura de nuevos espacios comerciales han generado graves tensiones. ¿Cómo se expresa en estos lugares la ciudad neoliberal en el espacio público?
El nuevo paisaje urbano, es elocuente en los contrastes. Un nuevo perfil de los rascacielos sobre el Paseo de la Reforma, a unos cuantos metros de aquí, es percibido y narrado en la entrevista, como un “gigante” (Torres Cuarzo de Richard Meiers, en Reforma # 26). El capital se erige como un poder simbólico, un gigante que aplasta, amenaza, impone, barre y transforma. ¿De qué otras formas se lee la desigualdad en el espacio público? Basta caminar sensiblemente la ciudad y observar los contrastes, las fronteras y los símbolos entre lo alto y lo bajo, lo grande y lo pequeño, los beneficiados y los perdedores, los que acumulan ventajas o desventajas.
En la medida en que los marcos regulatorios no consideren impactos, objetos sociales y mejoramiento de las condiciones de los residentes en áreas de inversión. La ciudad seguirá polarizando y fragmentando los lugares, desposeyendo a los depositarios históricos del patrimonio, de sus lugares de vida, de memoria, de arraigo y socialización, para dar paso a escenarios limpios, de los que se ha barrido parte del tiempo.
Epílogo