En el espacio público y ante el círculo de la (in) movilidad, la accesibilidad múltiple
enero 8, 2021Entrevista Cristina Cravino
enero 27, 2021
El recorrido estuvo marcado por una visión sobre el potencial destructivo de los vínculos sociales ocurrido con la ejecución del programa neoliberal en un espacio público central como Reforma. Este desmantelamiento del tejido social como correlato del mismo proceso para el Estado. A este punto de vista se le sumó el gran peso que tiene el conflicto en el planteamiento primario que precedió al recorrido. Es probable que ambas consideraciones obstaculizaron la observación del poderío de la narrativa neoliberal, en términos del deseo de inclusión a la ciudad cosmopolita, central y embellecida. Deseo que probablemente es uno de los principales atributos de Paseo de la Reforma a lo largo de su historia. La diferencia actual es que en las últimas décadas, dicho deseo, ha contribuido a hacer de este emblemático espacio público un objeto de consumo.
Uno de los principales indicadores de actuación de la lógica neoliberal en Paseo de La Reforma, es la velocidad con la que proliferaron las edificaciones monumentales, es decir, rascacielos. Mientras que en sus orígenes proyectar la calle, ampliar su traza o incluso remodelarla requirió fuertes inversiones estatales, la irrupción de dichas edificaciones que señalan la existencia de fuertes capitales, expresa una modificación de la relación entre lo privado y lo público a través del poderío de los capitales financieros.
La presencia neoliberal en el tramo de Paseo de la Reforma que concierne a este estudio, también es leída a través del aumento de la concepción del espacio público para circular, en detrimento del espacio para estar, es decir, de la pérdida progresiva de su sentido clásico. No obstante, la concentración de un gran número de ciclistas como resultado de la implementación de la ciclovía y del programa de bicicletas públicas Ecobici añaden un componente al capital cosmopolita de Paseo de la Reforma y más diversidad modal en relación a otras zonas de la CDMX, aumentando su complejidad, así como su espectro de conflictos y tensiones entre usuarios, pero también actualizando involuntariamente el sentido mismo del espacio público, a través de la mezcla de distintos sectores de la población.
El recorrido se llevó a cabo el viernes 30 de diciembre de 2018, inició alrededor de las 16:00 horas en la puerta de la entrada de la Iglesia de San Hipólito. Bajo la temática: “Del espacio público del siglo XIX a la ciudad neoliberal. Una relación tensa y conflictiva entre peatones, ciclistas y automovilistas”. El objetivo particular fue observar tres puntos de concentración de conflictos entre peatones, ciclistas y automovilistas, desde encarnar el punto de vista peatonal. Con énfasis en la observación de glorietas, las entradas de los estacionamientos sobre todo de rascacielos y la distinción de la forma urbana existente en la división fronteriza que es, hasta cierto punto Insurgentes. Entre los principales cuestionamientos propuestos estuvo, la supuesta existencia de afectaciones en los desplazamientos cotidianos de peatones, ciclistas y automovilistas ocurridos en las inmediaciones de los rascacielos, construidos con la lógica de la ciudad para circular. Asimismo se propuso observar las relaciones de los actores elegidos con el espacio y entre ellos como grupos.
Al iniciar se propuso recorrer las cuatro esquinas en torno a las glorietas o grandes cruceros, como fue el caso del primer punto, Avenida Hidalgo y Reforma. Entre otras se observa como los cruces de estas avenidas no atienden a las líneas de deseo de los peatones. Nos detenemos a conversar frente a La Torre Caballito, entre Avenida Bucareli, Avenida Juárez y Paseo de la Reforma. Al cruzar rumbo al edificio de La Lotería Nacional, nos separamos porque el semáforo dura poco tiempo, frente al edificio que a pesar de ser considerado como uno de los primeros rascacielos no cuenta con grandes problemáticas en su relación con los transeúntes, ni con las calles que lo rodean, es quizás porque no cuenta con estacionamiento. Casi a un costado en donde estuvo el emblemático edificio Corcuera, considerado como uno de los primeros rascacielos de esta avenida construido en la década de los años treinta, se encuentra el Hotel Barceló. Observamos cómo el desplazamiento de los automovilistas que circulan sobre el carril norte y que provienen de Bucareli y Juárez hacia el centro pero que se incorporan diagonalmente a Reforma, presionan a peatones y ciclistas que cruzan Reforma, esto se observa por primera vez y posteriormente coincidirá en todos los cruces perpendiculares con sentidos automovilísticos de norte a sur. Otro motivo que agudiza los conflictos en este punto es la desaparición de la ciclopista en la esquina del carril sur, facilitando que los automovilistas se acerquen más de lo debido a los ciclistas que toman Juárez rumbo al centro.
Uno de los principales indicadores de actuación de la lógica neoliberal en Paseo de La Reforma, es la velocidad con la que proliferaron las edificaciones monumentales, es decir, rascacielos. Mientras que en sus orígenes proyectar la calle, ampliar su traza o incluso remodelarla requirió fuertes inversiones estatales, la irrupción de dichas edificaciones que señalan la existencia de fuertes capitales, expresa una modificación de la relación entre lo privado y lo público a través del poderío de los capitales financieros.
La presencia neoliberal en el tramo de Paseo de la Reforma que concierne a este estudio, también es leída a través del aumento de la concepción del espacio público para circular, en detrimento del espacio para estar, es decir, de la pérdida progresiva de su sentido clásico. No obstante, la concentración de un gran número de ciclistas como resultado de la implementación de la ciclovía y del programa de bicicletas públicas Ecobici añaden un componente al capital cosmopolita de Paseo de la Reforma y más diversidad modal en relación a otras zonas de la CDMX, aumentando su complejidad, así como su espectro de conflictos y tensiones entre usuarios, pero también actualizando involuntariamente el sentido mismo del espacio público, a través de la mezcla de distintos sectores de la población.
El recorrido se llevó a cabo el viernes 30 de diciembre de 2018, inició alrededor de las 16:00 horas en la puerta de la entrada de la Iglesia de San Hipólito. Bajo la temática: “Del espacio público del siglo XIX a la ciudad neoliberal. Una relación tensa y conflictiva entre peatones, ciclistas y automovilistas”. El objetivo particular fue observar tres puntos de concentración de conflictos entre peatones, ciclistas y automovilistas, desde encarnar el punto de vista peatonal. Con énfasis en la observación de glorietas, las entradas de los estacionamientos sobre todo de rascacielos y la distinción de la forma urbana existente en la división fronteriza que es, hasta cierto punto Insurgentes. Entre los principales cuestionamientos propuestos estuvo, la supuesta existencia de afectaciones en los desplazamientos cotidianos de peatones, ciclistas y automovilistas ocurridos en las inmediaciones de los rascacielos, construidos con la lógica de la ciudad para circular. Asimismo se propuso observar las relaciones de los actores elegidos con el espacio y entre ellos como grupos.
Al iniciar se propuso recorrer las cuatro esquinas en torno a las glorietas o grandes cruceros, como fue el caso del primer punto, Avenida Hidalgo y Reforma. Entre otras se observa como los cruces de estas avenidas no atienden a las líneas de deseo de los peatones. Nos detenemos a conversar frente a La Torre Caballito, entre Avenida Bucareli, Avenida Juárez y Paseo de la Reforma. Al cruzar rumbo al edificio de La Lotería Nacional, nos separamos porque el semáforo dura poco tiempo, frente al edificio que a pesar de ser considerado como uno de los primeros rascacielos no cuenta con grandes problemáticas en su relación con los transeúntes, ni con las calles que lo rodean, es quizás porque no cuenta con estacionamiento. Casi a un costado en donde estuvo el emblemático edificio Corcuera, considerado como uno de los primeros rascacielos de esta avenida construido en la década de los años treinta, se encuentra el Hotel Barceló. Observamos cómo el desplazamiento de los automovilistas que circulan sobre el carril norte y que provienen de Bucareli y Juárez hacia el centro pero que se incorporan diagonalmente a Reforma, presionan a peatones y ciclistas que cruzan Reforma, esto se observa por primera vez y posteriormente coincidirá en todos los cruces perpendiculares con sentidos automovilísticos de norte a sur. Otro motivo que agudiza los conflictos en este punto es la desaparición de la ciclopista en la esquina del carril sur, facilitando que los automovilistas se acerquen más de lo debido a los ciclistas que toman Juárez rumbo al centro.
Al caminar al siguiente punto pasamos frente a un edificio que llama nuestra atención, se trata de Reforma 27, del arquitecto Alberto Kalach, de 104 metros de altura en 25 niveles, cuenta con comercio en la planta baja, un gimnasio y 240 departamentos. A pesar de la mezcla de uso de suelo y de contar con dos entradas y salidas para automóviles, no nos parece especialmente problemático.
Posteriormente hacemos una parada en donde tenemos una plática informal con funcionarios públicos de la SEDATU que accedieron a hacer comentarios sobre su experiencia de trabajo y los principales intereses de observación del grupo. Una de ellas dice que «el único problema del lugar son las marchas» y otro de ellos nos dice que «hay que educar desde la primaria, a saber caminar y utilizar el espacio público». Ambos comentarios llaman la atención por tratarse de cualidades que comúnmente son atribuidas a dicha noción. Ya con la hora de máxima demanda encima, vamos hacia la glorieta Colón, en este cruce los semáforos no son claros, comienza a oscurecer y no sabemos leer los cruces, pues se intersectan de nuevo avenidas en sentidos contrarios. Llaman nuestra atención el uso de scooters de renta.
En Avenida Insurgentes y Reforma, después de recorrer los cuatro puntos, se observa el cambio de la forma urbana entre uno y otro lado, la dimensión de las banquetas es muy diferente, así como los parques lineales fragmentados que sólo existen en el lado poniente (sobre Reforma, de Insurgentes a Lieja). Además de las cuestiones sobre la conformación del espacio, surgen observaciones sobre la cantidad de ciclistas, además las bicicletas sin anclaje generan cierta incomodidad entre el grupo por el uso de las banquetas como estacionamientos.
Debido a la hora y el número de personas formadas para tomar el metrobús decidimos dirigirnos hacia la entrevista previamente agendada, caminamos hacia General Prim y nos separamos de Reforma. La entrevista giró entre otros temas a la posición de las organizaciones ciudadanas frente al gobierno, y a categorías como la de espacio público. Al finalizar la plática nos reunimos para hacer el cierre formal del recorrido, que consistió en un intercambio de puntos de vista entre los miembros del equipo sobre lo observado; entre ellos destacó: la dificultad para caminar en grupo ya que en la ciudad habitualmente se trata de una práctica solitaria, llamó la atención la percepción negativa sobre las marchas contrariando la concepción del espacio público como el lugar de las relaciones sociales construidas por todos y no sólo como espacio físico, y la percepción de una de las integrantes del recorrido, sobre Reforma como una calle que te disciplina. Idea que contrasta con la noción del paseo.
Posteriormente hacemos una parada en donde tenemos una plática informal con funcionarios públicos de la SEDATU que accedieron a hacer comentarios sobre su experiencia de trabajo y los principales intereses de observación del grupo. Una de ellas dice que «el único problema del lugar son las marchas» y otro de ellos nos dice que «hay que educar desde la primaria, a saber caminar y utilizar el espacio público». Ambos comentarios llaman la atención por tratarse de cualidades que comúnmente son atribuidas a dicha noción. Ya con la hora de máxima demanda encima, vamos hacia la glorieta Colón, en este cruce los semáforos no son claros, comienza a oscurecer y no sabemos leer los cruces, pues se intersectan de nuevo avenidas en sentidos contrarios. Llaman nuestra atención el uso de scooters de renta.
En Avenida Insurgentes y Reforma, después de recorrer los cuatro puntos, se observa el cambio de la forma urbana entre uno y otro lado, la dimensión de las banquetas es muy diferente, así como los parques lineales fragmentados que sólo existen en el lado poniente (sobre Reforma, de Insurgentes a Lieja). Además de las cuestiones sobre la conformación del espacio, surgen observaciones sobre la cantidad de ciclistas, además las bicicletas sin anclaje generan cierta incomodidad entre el grupo por el uso de las banquetas como estacionamientos.
Debido a la hora y el número de personas formadas para tomar el metrobús decidimos dirigirnos hacia la entrevista previamente agendada, caminamos hacia General Prim y nos separamos de Reforma. La entrevista giró entre otros temas a la posición de las organizaciones ciudadanas frente al gobierno, y a categorías como la de espacio público. Al finalizar la plática nos reunimos para hacer el cierre formal del recorrido, que consistió en un intercambio de puntos de vista entre los miembros del equipo sobre lo observado; entre ellos destacó: la dificultad para caminar en grupo ya que en la ciudad habitualmente se trata de una práctica solitaria, llamó la atención la percepción negativa sobre las marchas contrariando la concepción del espacio público como el lugar de las relaciones sociales construidas por todos y no sólo como espacio físico, y la percepción de una de las integrantes del recorrido, sobre Reforma como una calle que te disciplina. Idea que contrasta con la noción del paseo.
La lógica neoliberal que se expresa en Paseo de la Reforma con el efecto de atracción resultado de la concentración de un tipo de arquitectura monumental, de su centralidad, de la superioridad de su mobiliario urbano y de la estructura de movilidad sin parangón con otro punto de la Ciudad de México. Con todo, esta emblemática, referencial e icónica calle no es un espacio libre de violencia. La importancia de esta afirmación reside en el reconocimiento de que hace falta más que infraestructura para mejorar la calidad de las relaciones en el espacio público.
En cierto sentido, caminar, andar en bicicleta o conducir un automóvil en Reforma es un acto de inclusión a la ciudad cosmopolita, central y embellecida. Reforma hoy es una calle que llama la atención por su vitalidad. A pesar de la proliferación de rascacielos que entorpecen el paso a peatones y ciclistas, de las dificultades que imponen los grandes cruceros y glorietas o de la cantidad de personas y diversidad de vehículos transitando por calles y banquetas en la hora de máxima demanda han podido restarle vigor, por el contrario vale preguntarse ¿si los motivos mencionados contribuyen a que en Reforma puede seguir siendo válido el término espacio público en el más clásico de sus sentidos, es decir, como lugar para la convivencia entre extraños y diferentes?
[1]Socióloga y maestrante en el posgrado de Urbanismo de la UNAM. Participante en el Proyecto PAPIIT Ciudad Neoliberal y Derechos Urbanos. Coordinado por la Dra. Patricia Ramírez Kuri.
En cierto sentido, caminar, andar en bicicleta o conducir un automóvil en Reforma es un acto de inclusión a la ciudad cosmopolita, central y embellecida. Reforma hoy es una calle que llama la atención por su vitalidad. A pesar de la proliferación de rascacielos que entorpecen el paso a peatones y ciclistas, de las dificultades que imponen los grandes cruceros y glorietas o de la cantidad de personas y diversidad de vehículos transitando por calles y banquetas en la hora de máxima demanda han podido restarle vigor, por el contrario vale preguntarse ¿si los motivos mencionados contribuyen a que en Reforma puede seguir siendo válido el término espacio público en el más clásico de sus sentidos, es decir, como lugar para la convivencia entre extraños y diferentes?
[1]Socióloga y maestrante en el posgrado de Urbanismo de la UNAM. Participante en el Proyecto PAPIIT Ciudad Neoliberal y Derechos Urbanos. Coordinado por la Dra. Patricia Ramírez Kuri.