Una mirada al Movimiento Feminista en México en 2020
abril 8, 2020
La respuesta ciudadana ante la pandemia en las ciudades
mayo 4, 2020El coronavirus es una enfermedad urbana, porque el contagio es interpersonal. La ciudad es el espacio de interacción social y tiene la mayor densidad de población: el 55% de habitantes del planeta y el 84% en América latina viven en ciudades. Por eso los focos de irradiación del virus son urbanos: Wuhan, Madrid, Milán, Nueva York, Santiago y Guayaquil. Hoy está presente en 190 de 193 países reconocidos por la ONU; por eso es una pandemia global.
Pero no es solo una enfermedad urbana, porque también le contagia a la urbe. Llega de forma importada y luego se generaliza de manera comunitaria; en este tránsito se hace una dolencia urbana y la vulnerabilidad pasa de la condición etaria (tercera edad) a la social (pobres y minorías). Le infecta a la plaza como espacio de alteridad, al transporte como medio de integración y a la ciudadanía como construcción colectiva. Allí se configura el urbicidio; esto es, la muerte de la ciudad (Carrión, 2019).
Pero no es solo una enfermedad urbana, porque también le contagia a la urbe. Llega de forma importada y luego se generaliza de manera comunitaria; en este tránsito se hace una dolencia urbana y la vulnerabilidad pasa de la condición etaria (tercera edad) a la social (pobres y minorías). Le infecta a la plaza como espacio de alteridad, al transporte como medio de integración y a la ciudadanía como construcción colectiva. Allí se configura el urbicidio; esto es, la muerte de la ciudad (Carrión, 2019).
Fotografía: Stephanie Brewster
Si el virus es urbano y le golpea a la ciudad, las políticas sanitarias también lo hacen. El impacto más fuerte está en el espacio público, convertido en lugar maldito, típico de una ciudad fantasmal. El habitante de calle es criminalizado, sometido a prisión y estigmatizado (indisciplinado). Existe agorafobia. La paralización del transporte conduce a un nuevo sedentarismo con flujos de alta velocidad, venidos de la telemática. El QuédatEnCasa es para los que la tienen; por su déficit, sus servicios mínimos y por el hacinamiento que conducen al incremento de la violencia de género (en 18%) y a que el espacio doméstico sea más contagioso que el espacio público.
Las ciudades siempre cambian, pero ahora más. No se trata del regreso a la normalidad –por leccionario-, sino de abrir nuevos causes que vienen, al menos, de tres importantes debates:
Otro urbanismo viene. La planificación urbana de la modernidad nos trajo la zonificación por usos de suelo, que buscaba detener la muerte de la clase obrera por la contaminación nacida en la fábrica. Esto es, la segregación urbana. Hoy no es la clase obrera en la fábrica sino los sectores populares en la ciudad, lo cual nos debe llevar a la justicia espacial, venida del derecho a la ciudad y de la devolución de la polis a la ciudad.
[1] Investigador de FLACSO-Ecuador
- “Ciudad compacta o ciudad dispersa”; hoy recobra actualidad por la reflexión que introduce la óptima densidad, factor que incrementa el contagio y el errado concepto de la distancia social (¿No será mejor distancia interpersonal?).
- “Ciudad real o ciudad virtual”; entendida como el tránsito de lo físico-material (urbs) a la ville, gracias al desarrollo científico tecnológico de las comunicaciones y a la masificación de su consumo, que deja en mal predicamento a la ciudad inteligente.
- “Ciudad o barrios”; concebida a partir de la distribución equitativa del espacio bajo el sentido de la justicia espacial (Secchi); esto es, una ciudad que nace del barrio con servicios esenciales a 15 minutos de distancia, donde se dan la mano el urbanismo del vecindario con la arquitectura del balcón en la región urbana.
Otro urbanismo viene. La planificación urbana de la modernidad nos trajo la zonificación por usos de suelo, que buscaba detener la muerte de la clase obrera por la contaminación nacida en la fábrica. Esto es, la segregación urbana. Hoy no es la clase obrera en la fábrica sino los sectores populares en la ciudad, lo cual nos debe llevar a la justicia espacial, venida del derecho a la ciudad y de la devolución de la polis a la ciudad.
[1] Investigador de FLACSO-Ecuador
Fernando Carrión
Arquitecto por Universidad Central del Ecuador, Maestro en Desarrollo Urbano Regional por El Colegio de México y Doctorando en Ciencias Sociales por UBA, Argentina.
