Reseña 2022
enero 27, 2023Entre recorrer y observar las problemáticas de la ciudad neoliberal. Caminando las colonias Escandón y Condesa.
febrero 9, 2023Presentación
Tomando como experiencia la exposición realizada el 26 de octubre de 2022 sobre el proyecto Mítikah y el pueblo de Xoco, así como los comentarios formulados por los asistentes, consideramos conveniente contextualizar brevemente algunos elementos como respaldo a la relatoría de nuestro recorrido in situ, el cual fue realizado por cada integrante del equipo de manera individual y, posteriormente, comentado tanto en la etapa de elaboración de la presentación, como de este reporte.
Contexto
El pueblo originario de San Sebastián Xoco se ubica al centro-sur de la alcaldía Benito Juárez en el corazón de la Ciudad de México. Está delimitado por las avenidas Popocatépetl, al norte; México-Coyoacán, al oriente; Río Churubusco, al sur; y Universidad, al poniente. En su cercanía se encuentra la Línea 3 del metro de la ciudad (PUEC-UNAM, 2019). Cuando empezamos a investigar sobre el tema, uno de los elementos que nos resultó interesante conocer es la herencia agrícola del pueblo de Xoco, así como su origen prehispánico al ser remanente de la cultura Teotihuacana. De acuerdo con Tavares (1999, en Arceo, M., et al., 2021), el nombre proviene del náhuatl, cuyo origen y significado no se interpretan siempre de la misma manera; se define como “lugar de frutas agrias” o “lugar junto a los tejocotes”, también podría ser la contracción del antiguo barrio de Xocotitlán (entre árboles frutales), o Xocotenco.
Por otra parte apreciamos que, con el paso del tiempo, la ciudad ha sufrido una constante transformación, en nuestra zona lo corroboramos tanto en imágenes como en textos. Al respecto, Arceo, M., et al. (2021) destacan algunos componentes urbanos ubicados en Xoco como las instalaciones del Centro Bancomer, los centros comerciales Centro Coyoacán y Patio Universidad, la Secretaría de Educación Pública, agencias de vehículos, la Torre Mítikah, entre otros; además de diferentes espacios culturales: la Cineteca Nacional, el Auto Drive Cinema Plaza Universidad, el Centro Cultural Roberto Cantoral, las oficinas del Instituto Mexicano de la Radio, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, y la Sociedad de Autores y Compositores; el panteón Xoco, su iglesia, comercios locales y las tradiciones del pueblo.
En términos generales, nuestra zona de estudio se revela como una comunidad tradicional convertida, poco a poco, en un centro de inversión encausado a intereses privados, lo que fomenta el desarrollo de obras inmobiliarias de gran envergadura. Bajo esa premisa, enfocándonos al desarrollo Mítikah y retomando la información publicada en su propio portal de internet, se destaca que éste es el proyecto inmobiliario más grande de América Latina, difundido como un desarrollo contemporáneo que integra: centro comercial, vivienda, oficinas, consultorios, hospital y mucho más. La Torre Mítikah fue diseñada por el arquitecto César Pelli, autor de numerosos rascacielos alrededor del mundo, entre los cuales se encuentran las mundialmente reconocidas Torres Petronas en Kuala Lumpur.
En complemento a lo anterior, de Mario Ramírez (2019, p. 4-15) resaltamos lo siguiente:
- El Pueblo de Xoco ocupa un total de 30 hectáreas (0.3 km2), que representa el 1.12% de los 26.63 km2 del territorio de la demarcación.
- El 92% de los residentes del pueblo no cuenta con título de propiedad (lo que facilita presiones de grupos privados).
- Mítikah, Ciudad Viva se desarrolla en 10 hectáreas del pueblo de Xoco, es decir en un tercio de su superficie total.
- A partir de la promulgación del “Bando 2” de redensificación de las delegaciones centrales en el año 2000, el Pueblo de Xoco fue identificado como zona con potencial de desarrollo.
- El proyecto se identificó como Ciudad Progresiva de 2006 al inicio de las obras en 2008; el principal agente capitalizador del proyecto hasta 2014 fue Grupo Financiero BBVA Bancomer.
- El Fondo de Inversión de Bienes Raíces y Arrendamiento Uno (Fibra Uno o FUNO), adquirió en enero de 2019 el Centro Comercial Coyoacán, ampliando aún más el terreno de ocupación.
- Se han identificado actores privados conglomerados alrededor de Fibra Uno, de los cuales: 45 empresas de bienes y servicios (franquicias de alimentos y bebidas, tiendas de departamentales); 18 fondos de inversión administrados por BBVA Bancomer; 8 empresas asociadas a servicios residenciales (seguridad, mantenimiento y cuidado de áreas comunes), 4 empresas inmobiliarias y 6 empresas constructoras.
Recorrido en la zona
Como punto de partida, consideramos la reflexión de Borja, J. (2020), sobre el derecho a la ciudad en la que destaca que los gobiernos actúan en muchos casos al servicio de los poderes económicos, siguiendo una lógica capitalista, es decir, la de los dueños de la producción que procura maximizar los beneficios; además, utiliza la ciudad como una gran oportunidad de acumulación mediante la inversión en suelo y viviendas, el comercio, la gestión de servicios de naturaleza pública y, en muchos casos, mediante la especulación.
Para confirmar dichas afirmaciones, adelante mencionamos las impresiones que tuvimos de la zona y como punto de partida marcamos en el siguiente mapa los recorridos realizados. Cabe destacar que lo importante no fue solo acudir al centro comercial Mítikah, sino intentar obtener un contexto más amplio del entorno social – urbano.
Cada integrante del equipo inició su recorrido en distintos puntos, sin embargo, al final pudimos conjuntar opiniones similares: el primer recorrido marcado en verde inició a espaldas de Plaza Mítikah, sobre la calle Real de Mayorazgo; el segundo, en rosa, sobre Av. Universidad esquina con Eje 8, enfrente de Patio Universidad; el indicado en azul cielo a un costado de la estación del metro Coyoacán, por la calle Real Mayorazgo; y el último en azul marino, en la salida del metro Coyoacán hacia la calle Real de Mayorazgo. Éstos se realizaron el 2, 22 y 23 de octubre de 2022.
Sin lugar a dudas, la primera impresión que tuvimos al estar en la zona es que parece “imposible imaginar la existencia de un pueblo”, ante la prevalencia de poderes económicos cómodamente establecidos. Retomando a Ramírez, P. (2021), coincidimos en que la edificación visible en la zona excede sustancialmente el número de niveles y altura permitida en la normatividad; persiste una idea de consolidar en forma hegemónica la ciudad cosmopolita y global vinculada al consumo. Es contundente el desarrollo de esta inmensa intervención urbana, que no podría existir sin acuerdos público-privados; aunado a la reducción o control de la calle como espacio para la vida pública, la cual queda sometida a los pocos espacios que tiene el pueblo de Xoco.
A espaldas de Plaza Mítikah, sobre la calle Real de Mayorazgo, las primeras imágenes que se perciben son grandes predios, ya sean edificios habitacionales con balcones hacia la calle, autos estacionados de gama media a alta o construcciones creadas para empresas u otras organizaciones como la Sociedad de Autores y Compositores de México; la gran mayoría de éstas presentando puertas de cristal en sus entradas, la cuales son resguardadas por personal de seguridad privada.
A su vez, sobre la calle Real de Mayorazgo se nota el cambio de la imagen urbana: a la derecha observamos la iglesia del pueblo de Xoco y a la izquierda viviendas con aspecto colonial, algunas de ellas con locales comerciales en la planta baja. Al continuar caminando por el lado izquierdo de la calle, un poco antes de llegar a la Cineteca Nacional, hay unos departamentos más modernos que resaltan, cuando se les compara con las viviendas antiguas. A su vez, se percibe que la calle es poco transitada por peatones, quizá fue por la hora del recorrido, sin embargo, se aprecia una gran cantidad de vehículos estacionados frente a la entrada de la Cineteca, hasta llegar a la avenida México Coyoacán.
Una impresión general es que el pueblo está rodeado de grandes construcciones y, pensándolo un poco, parecería como si lo estuvieran encerrando, lo que genera una emoción extraña.
En el trayecto hacia el Callejón San Felipe, que es una vialidad pequeña, comienzan a verse casas de uno o dos pisos con fachadas propias de un pueblo: las puertas y las ventanas dan directamente hacia la calle; es decir, a diferencia de las casas de clase alta o media alta, el terreno de la casa no tiene ninguna especie de jardín o estacionamiento que separe la construcción de la entrada principal.
Aún, cuando hay algunos desarrollos inmobiliarios de departamentos que se ven desde el lugar, apreciamos un contraste particular: la existencia de muchas casas y comercios locales como estéticas y tiendas de barrio, comercio informal como puestos de quesadillas y cocinas económicas. Notamos la importante presencia de varios Barber Shops en todo el barrio ─como cinco─, pero también una tienda estética de mujeres llamada “Carmen” en la calle puente Xoco, así que parece que el barrio tiene esta historia de ser un pueblo con tiendas de cuidado personal.
Curiosamente, aunque sobre este callejón comienzan a aparecer este tipo de viviendas, coexisten además con otros establecimientos privados que presentan fachadas y estructuras mucho más modernas y aseguradas. Esta configuración remite al texto de Caldeira, T. (2007), cuyas diferencias en alturas y el equipamiento de seguridad hacia viviendas para las personas de mayor poder adquisitivo dan lugar a un amurallamiento, que, si bien pudiera ser menor comparado con casos como los de Santa Fe o Polanco, limitan la experiencia de transitar por Xoco con la plena libertad de circular sin sentirse ajeno. Incluso, vale la pena mencionar que además la misma condición de callejón, y de la dispersión del tipo de construcciones, configuran un amurallamiento mucho más evidente para quienes transiten sobre él.
Hablar de las diferencias en el tipo de vivienda en el Callejón San Felipe también cobra relevancia si se consideran las aseveraciones de Doreen Massey sobre el espacio público y la espacialidad. Una de las premisas que Massey (2005) estipula que para analizar el espacio consiste en la condición de la multiplicidad. Las construcciones más modernas tienden a presentar estructuras y fachadas muy similares: ventanas amplias, balcones con muebles para jardín y fachadas de color blanco o gris. En tanto, las viviendas originarias de Xoco, pese a mantener una cohesión en cuanto a su estilo exterior, presentaban distintos colores, en las azoteas se pueden ver plantas de distintos tipos: desde rosales, hortensias y buganvilias. Del mismo modo, las persianas, la lógica de usos distintos que se les da a las azoteas va evidenciando los contrastes de la modernidad frente a la vida de los habitantes de Xoco, quienes, en algunos casos, presentaban estampas en sus puertas que denostaban la inconformidad de la llegada de Mítikah al lugar.
Estas observaciones cobran sentido si se analizan a la luz del concepto de ciudad neoliberal. Ramírez Kuri (2021) define a esta como un “modelo de producción social del espacio urbano a partir de la apropiación y gestión privada mediante su asignación al mercado para su inversión y especulación”. La transformación de Xoco no se debe únicamente a la llegada de Mítikah, sino como se menciona en el texto y con base en los antecedentes dispuestos en un inicio, se ha tratado de un entramado de decisiones políticas y económicas que han permitido el ingreso de centros comerciales, oficinas, entre otros; lo que, a su vez, ha permitido la llegada de edificios de lujo y nuevos inquilinos. Este proceso, además de haber dado origen a una singular estructura espacial: asimétrica y dispersa; también ha logrado permear en el mismo tejido de Xoco. Si bien las diferencias están marcadas por los lugares que permanecen adheridos al pueblo, existen dentro de ellos algunas personas que discrepan sobre los efectos que ha tenido la llegada de Mítikah.
En cuanto a la interacción con residentes del callejón de San Felipe, en conversación con una persona, que aparentemente es dueña de la Tienda de abarrotes “La Fe”, comentaba que estaba “muy contento con la iluminación en la zona que ha beneficiado a su negocio”. También se pudo observar que se ha suministrado pintura para la mejora de las fachadas de las viviendas, así como, que se ha dado mantenimiento en las calles y banquetas uniformándolas con elementos para el tránsito peatonal. Asimismo, en el mismo callejón se encuentra el parque de San Sebastián, un predio que, según una locataria, fue cedido al pueblo por el complejo habitacional City Towers. La misma persona, relata que ese lugar ha sido un punto de reunión entre un grupo de vecinos y de autoridades, en el cual, cada miércoles por la noche se tratan asuntos sobre el pueblo a raíz del establecimiento de Mítikah. Mientras unos sostienen la postura de aprovechar los beneficios que conlleva la llegada de esta nueva lógica de negocios, hay otros que continúan mostrando resistencia y buscando alternativas para hacer habitable el lugar que habitan. Los mismos inversores y otros actores políticos y económicos involucrados en el desarrollo del pueblo han logrado persuadir a algunos habitantes de Xoco para romper con el tejido social del lugar y diezmar todo esfuerzo colectivo que busque oponerse a los intereses de los privados.
En lo que respecta a la Av. Universidad, al frente de Patio Universidad, se trata de un punto sumamente concurrido al tratarse de avenidas primarias con un flujo permanente de vehículos y personas que transitan o acuden al centro comercial. Vemos una dinámica social bastante acelerada, pocas ─o casi nulas─ son las personas que miran su entorno, a no ser que quieran cruzar la avenida. Sobre Eje 8 hasta dar vuelta en Av. México Coyoacán vimos la prevalencia de desarrollos inmobiliarios de departamentos (Agatha Del Valle y City Towers Grand), así como una agencia de vehículos (Nissan), una casa de empeños (Nacional Monte de Piedad), por mencionar algunos. Detectamos que los transeúntes son menos en comparación con los vehículos que transitan por la zona.
Sobre Av. México Coyoacán no deja de ser distintiva la Cineteca Nacional y en esquina con Río Churubusco podemos ver el Panteón de Xoco como un elemento cultural importante de la comunidad que, para el 23 de octubre de 2022, estaba limpio y listo para las celebraciones de Día de Muertos. Cabe destacar que el 2 de octubre de 2022 se pudo apreciar en los muros del panteón de Xoco unos murales que retrataban las protestas que tiene el pueblo de Xoco respecto a la construcción del complejo Mítikah; en ellos se aprecia una visión crítica hacia estas nuevas construcciones y su dinámica de exclusión de la población; sin embargo, para el 23 de octubre siguiente, estos murales ya no estaban y las paredes del panteón lucían limpias.
Siguiendo por Río Churubusco hasta plaza Mítikah, lo primero que hacemos es levantar la mirada y observar la asombrosa altura del complejo; es tan grande que en la noche iluminan la parte superior para evitar accidentes aéreos.
Continuando con otra etapa del recorrido llegamos a la entrada del metro Coyoacán, la cual se encuentra en una pequeña plaza rodeada con dos muros grises, así como de algunas macetas y puestos ambulantes. Al salir de ese espacio hacia la calle Real de Mayorazgo se observa un paisaje muy diferente al de hace unos años: una calle que antes era de doble sentido vehicular y rodeada de árboles ahora está desierta, sólo se observa el asfalto de una calle donde ya no transitan autos porque está cerrada y los restos de la desaparecida vegetación (Foto 3). Cuando se recorre la calle se aprecia cómo está se modificó y se creó una nueva acera con detalles de piedra, la cual en algunos tramos continua en construcción. Dicha banqueta guía al peatón hacia una plaza ajardinada que sirve como antesala del centro comercial Mítikah, que pertenece al complejo del mismo nombre, del cual podemos ver salir a comer a empleados de las diversas tiendas. La plaza es únicamente de tránsito pues a pesar de contar con lugares para sentarse, la mayoría de las personas prefieren evitarlo debido que no hay árboles grandes o alguna otra estructura que los proteja del intenso sol de la tarde. A razón de esto, la gente se pegaba a las paredes de los edificios para obtener un poco de sombra (Foto 4).
Lo primero que sorprende fue la inaccesibilidad de la calle, ya que había muchas obras en construcción, muchos agujeros y conos naranjas provisionales para delimitar el espacio en construcción. En otras palabras, el espacio peatonal en sí es intransitable, no es cómodo.
Continuando el camino de la banqueta llegamos a una intersección con un flujo constante de vehículos que se dirigen hacia el paso a desnivel, qué pasa por debajo de plaza ajardinada, el cual tiene como destino la avenida Universidad o alguna de las entradas al estacionamiento del complejo. En dicha intersección, hasta el día del recorrido (2 de octubre 2022), no había ningún semáforo o franja peatonal, lo cual lo hizo peligroso y dificultó el cruce para continuar con el recorrido.
En la entrada del centro comercial lo primero que se aprecia, incluso antes de entrar, son los acabados en la construcción, los cuales son modernos y minimalistas; todo el diseño interior del centro comercial se basa en el lujo y la exclusividad. Durante el recorrido en el interior nos sorprendió ver que había mucha gente que venía de los estacionamientos, incluso más de la que entraba por los accesos peatonales. A su vez se notó la presencia de dos obras de arte: estatuas de un toro negro hecho de un material de hierro del artista Argento Bull. Comentamos que este tipo de arte no tenía nada que ver con las otras cuatro estatuas de guerreros prehispánicos que había adentro de Mítikah. Hablando de la presencia de la cultura en el centro comercial, la ofrenda que pusieron para el Día de Muertos resultaba muy poco estética en el sentido de que le faltaba harmonía, porque los colores eran muy estridentes, no había orden en la exposición y las caras de las estatuas eran muy duras y descarnadas. Asimismo, uno de los vigilantes (de los muchos que hay en el complejo) nos compartió un video en el que, aparentemente se muestra la importancia cultural de las obras de arte del lugar, sin embargo, la producción de dicho video y las propias obras de arte que parecen superhéroes ─desde nuestro punto de vista─, están más enfocadas al consumo o como atracción que a resaltar elementos culturales del lugar, los cuales en ningún momento son considerados.
Otro elemento importante sobre la cuestión artística y estética del lugar eran los paneles descriptivos de las obras, que desde nuestro punto de vista son poco accesibles, en el sentido de que es necesario tener un smartphone para poder escanear el código QR y así obtener la historia y descripción de la obra.
En el centro comercial se aprecian espacios vacíos, algunos de los locales del centro comercial Mítikah sólo mostraban imágenes de las marcas de las futuras tiendas que se abrirán. En el recorrido por el centro comercial, se observan las enormes escaleras mecánicas del fondo, teñidas de oro, pero también una sorprendente fuente y decoraciones doradas en el techo que claramente demuestran la voluntad de dar a este nuevo centro comercial una imagen de marca y lujo que viene de parte de los grupos de inversores, las empresas constructoras, grupos inmobiliarios, fondos de inversión, o aun las empresas de bienes y servicios que forman un conjunto de más de ochenta entidades aglomeradas en Fibra Uno (Ramírez, M., 2019) para llevar a cabo este tremendo proyecto comercial de bienes y servicios. Se busca transmitir a los visitantes y turistas del lugar, una imagen de marca a los lugares y las ciudades como lo teorizaron Marchat y Camelis (2017).
Al fondo del centro comercial se pudo platicar (unos quince minutos) con una señora de limpieza del centro comercial Mítikah llamada Adelaida, sobre su opinión y percepción de este nuevo lugar. Comentó que había una crónica falta de señalización (también debido a la apertura reciente del lugar), diciendo que “el turista se confunde, hay mucha confusión… hasta pierden seguido sus coches, ya que hay seis grandes estacionamientos en el centro”. Por otra parte, habló del reglamento que hay en el sitio para caminar con mascotas, ya que es un lugar pet friendly, pero las personas no lo leen, no lo respetan y “no les conviene” atenderlo. Siguió diciendo: “está sucio, este lugar podría ser un foco de infección (del Covid-19), por toda la gente que pasa sobre todo los fines de semana”. Esto fue un tanto sorprendente porque a simple vista el lugar estaba limpio, ordenado, arreglado y controlado en el sentido sanitario y de higiene. Por otra parte, Adelaida compartió que según su punto de vista “todavía le falta dar una imagen al lugar, porque apenas abrió”. Este último comentario parece un poco contradictorio y sorprendente en el sentido de que, cuando uno recorre el complejo Mítikah, se nota claramente qué imagen quiere dar y a qué tipo de público se dirige: los turistas, las clases sociales altas, con poder adquisitivo y capital económico o aun los extranjeros que vienen a vivir y/o (tele) trabajar en México, incluidos los nómadas digitales. Sobre sus condiciones de trabajo, fue muy interesante que Adelaida expresó que trabajar ahí “estresa, te sientes como en un aeropuerto, ya que se aplican muchas reglas”. Al parecer, hay reglas bastante definidas para los empleados y más laxas para los visitantes que consumen.
Finalmente, nos dirigimos en dirección al metro Coyoacán; ya estando en la entrada del metro se decidió caminar en dirección hacia la calle Mayorazgo Higuera, la cual es paralela a la calle de Real de Mayorazgo; en esta calle observamos que también hubo varios cambios, el que más destaca es su ampliación. Al caminar por ella nos dimos cuenta de que, la ampliación tiene la función de guiar a los vehículos al paso a desnivel, donde se encuentran algunas entradas al estacionamiento del centro comercial.
Aun cuando todos dimos por terminado el recorrido en diversos puntos, nos pareció una oportunidad muy interesante y relevante estudiar el proyecto Mítikah y el pueblo de Xoco, ya que nos permitió entender mejor las ultimas políticas públicas urbanas implementadas en la ciudad de México (el Bando 2 específicamente) y, también, ver de manera más crítica e informada a toda una comunicad que pasa desapercibida; solemos ir a la Cineteca Nacional y no preguntarnos que hay alrededor. Particularmente, coincidimos en que esa gran torre que se ve desde lejos, por casi todos lados ─la torre Mítikah─, para algunos era desconocida y gracias a este recorrido ahora sabemos qué es y el impacto que ha tenido en la comunidad.
Reflexiones
Sin lugar a dudas Mítikah es, lo que llamaríamos, la manifestación viva o expresa de la prevalencia de capitales privados en el control y apropiación del espacio. El centro comercial está dotado de todos los elementos de consumo, tiendas y restaurantes, por generalizar de alguna manera; se incorporan elementos relativamente culturales con fines de mercadotecnia, sin considerar que la propia zona tiene una importancia tradicional única.
Por su parte, podemos ver que en la calle Real de Mayorazgo se observan dos dinámicas, la primera, la de los capitales inmobiliarios (Torre Mítikah), y la segunda, el de los habitantes de un pueblo originario que lucha por no ser consumido por estas nuevas dinámicas del capital que buscan adueñarse y transformar el espacio. Esto último se observa claramente en dicha calle que antes era un camino directo para que los pobladores ingresaran al pueblo del lado de Av. Universidad, y que ahora se encuentra inhabilitada por que más de la mitad de ella es ocupada por la plaza que da acceso al centro comercial. Esto nos recuerda lo que menciona Caldeira (2007):
El espacio público expresa la nueva intolerancia. Las convenciones modernistas de proyecto usadas por los enclaves ayudan a asegurar que diferentes mundos sociales se encuentren lo menos posible en el espacio de la ciudad, o sea, que pertenezcan a espacios diferentes. (pág. 378)
En suma, dentro de los elementos generales que podemos destacar están:
- Estratégicamente los líderes del proyecto han establecido medidas de mitigación para lograr la conformidad de los habitantes de Xoco (como pintura, luminarias y mantenimiento de las calles que vimos en el Callejón San Felipe).
- Se contempla una clara dificultad en la subsistencia del pueblo a causa del encarecimiento de la zona.
- La llegada de personas de otros lugares pone en peligro las fiestas y tradiciones locales.
- El que algunos habitantes del pueblo no cuenten con título de propiedad permite, por una parte, que los grupos privados aprovechen estas circunstancias en beneficio propio y, por otra, fragmentar a los ciudadanos con los que sí tienen regularizadas sus propiedades.
- El proyecto ha fragmentado las relaciones entre los habitantes del pueblo, a causa de que hay unos que están de acuerdo con el proyecto Mítikah y otros lo ven como un peligro para sus hogares.
Retomando algunas reflexiones de Borja, J. (2020), consideramos que el proyecto Mítikah es resultado de la corrupción político-económica en la zona, puesto que no podría existir un desarrollo de esta naturaleza y con esas dimensiones si se respetaran los ordenamientos legales aplicables tanto al uso de suelo como los correspondientes a la construcción. Por lo tanto, aquí se está negando el derecho a la ciudad, en tanto se pone en peligro a los residentes originarios del pueblo de Xoco, obligándoles a aceptar las condiciones actuales.
Referencias
Arceo, M., Pérez, A. y Delgado, G. (2021). El Pueblo de Xoco: de lo originario al mercado inmobiliario. Universidad Nacional Autónoma de México. URBS. Revista de Estudios Urbanos y Ciencias Sociales. Vol. 11, núm., páginas 101-113 – Blueprints –.
Borja, J. (2020). Ciudadanía y derechos en una nueva era. En Sobre el derecho a la ciudad, (comp.) Fabio Vélez. Ciudad de México: UNAM, págs. 81-117.
Caldeira, Teresa (2007). La implosión de la vida moderna. En T. Pires del Río Caldeira. La ciudad de muros. Barcelona: Gedisa, pp. 363 - 410.
Marchat Anne-Cécile y Camelis Christèle (2017). L’image de marque de la destination et son impact sur les comportements post-visite des touristes. Gestion et management public. Vol. 5 / n° 3), p. 43-58. DOI : 10.3917/gmp.053.0043. URL: https://www.cairn.info/revue-gestion-et-management-public-2017-1-page-43.htm
Massey, D. (2005). La filosofía y la política de la espacialidad: algunas consideraciones. En L. Arfuch. Pensar este tiempo. Espacios, afectos, pertenencias. Paidós. pp. 101 - 127.
Mítikah (s.f.). Torre Residencial. Disponible en https://www.Mítikah.com.mx/que-es-Mítikah.html
PUEC-UNAM (2019). San Sebastián Xoco Rasgos culturales de un pueblo originario. Materiales de divulgación del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, con apoyo de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México. Convenio SECTEI/245/2019. Disponible en https://www.puec.unam.mx/pdf/materials_divulgacion/2_San_Sebastian_Xoco_opt.pdf
Ramírez, M. (2019). Mítikah Ciudad Viva. Actores, toma de decisiones y conflicto urbano. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Trabajo preparado para su presentación en el X Congreso Latinoamericano de Ciencia Política de la Asociación Latinoamericana de Ciencias Políticas (ALACIP), en coordinación con la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP), organizado en colaboración con el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Ramírez, P. (2021). La ciudad neoliberal en Santa Fe. El sentido privado del espacio público. En “Espacios públicos y ciudadanías en conflicto en la Ciudad de México” (coord.) Patricia Ramírez Kuri. Proyecto ciudad neoliberal y derechos urbanos. Instituto de Investigaciones Sociales. Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 391 – 426.