Espacio público, culturas populares y COVID-19
abril 11, 2022Parte II. Definición y clasificación en la NOM sobre Espacios públicos
mayo 30, 2022Parte I ¿Hacia una política del espacio público? Origen y estructura en la NOM sobre espacios públicos.
Adrian Orozco[1]
La Norma Oficial Mexicana (NOM-001-SEDATU-2021) sobre espacios públicos en los asentamientos humanos en el país, fue expedida por la SEDATU de acuerdo con lo dispuesto en la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano2. Ésta, es de observancia obligatoria y tiene el propósito de plantear criterios normativos que permitan homologar en los tres niveles de gobierno la terminología, distribución y características de los espacios públicos en los instrumentos de planeación, ordenamiento territorial y desarrollo urbano a través de planes o programas. Así como generar indicadores y brindar a la federación, estados y municipios herramientas de autoevaluación para formular y ejecutar acciones de promoción y protección de los espacios públicos. Participaron en su elaboración dependencias locales y agencias internacionales como el BID, ONU-Hábitat, IMT y GIZ (Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional) entre otros.
Como antecedente, en diciembre de 2020, el Comité Consultivo Nacional de Normalización del Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano aprobó que se publicará para consulta pública el proyecto de dicha NOM y un lapso de dos meses para presentar comentarios. Sin embargo, la relevancia del tema, diseño y contenidos requieren una discusión amplia entre los diversos sectores de la sociedad y desde distintos ámbitos de la participación, como los de las organizaciones sociales, la academia e investigación, la docencia y el sector público en los diferentes niveles, escalas y áreas de gobierno, entre otros. Lo anterior mediante la apertura de espacios públicos en mesas y foros de debate e intercambio con la participación de instituciones y especialistas en la dimensión ambiental, cultural, urbana, histórica, económica y social desde lo local, nacional e internacional. Se trata de articular, incorporar y vincular las distintas experiencias, visiones y aspiraciones que genera una iniciativa de esta naturaleza.
La Norma considera al espacio público como un elemento estratégico para el desarrollo sostenible de los asentamientos humanos, el bienestar y el derecho de sus habitantes al disfrute de espacios dignos, a través de una planeación urbana más humana y vital. Sin embargo, ésta tiende a concebir al espacio público predominantemente en su dimensión funcional y como infraestructura, desplazando el objeto social, que pudiera incorporar variables relevantes como la perspectiva de género y los cuidados. Lo anterior debido en parte a que la Ley de Infraestructura de Calidad vinculada a la NOM, fija y desarrolla las fases de la política industrial en el ámbito del Sistema Nacional de Infraestructura de Calidad, a través de actividades de normalización, estandarización, acreditación y evaluación de la conformidad y metrología.
El cuerpo de la NOM destaca que la adecuada gestión del espacio público cohesiona zonas, proporciona acceso universal a servicios y oportunidades de la urbanización, reduce el impacto ambiental, apoya vínculos económicos, genera sentido de comunidad, identidad cívica y cultura con impacto en la seguridad urbana. Ante esto surgen preguntas: ¿cómo trasladar hacia la experiencia vivencial esta serie de cualidades posibles y colocar al centro del debate y de la instrumentación, la capacidad integradora y distributiva del espacio público como un componente fundamental de la vida social urbana? Al reconocer la pluralidad de usos, significados, funciones y necesidades de un espacio disputado donde se producen encuentros y desencuentros, acuerdos y conflictos.
Como antecedente, en diciembre de 2020, el Comité Consultivo Nacional de Normalización del Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano aprobó que se publicará para consulta pública el proyecto de dicha NOM y un lapso de dos meses para presentar comentarios. Sin embargo, la relevancia del tema, diseño y contenidos requieren una discusión amplia entre los diversos sectores de la sociedad y desde distintos ámbitos de la participación, como los de las organizaciones sociales, la academia e investigación, la docencia y el sector público en los diferentes niveles, escalas y áreas de gobierno, entre otros. Lo anterior mediante la apertura de espacios públicos en mesas y foros de debate e intercambio con la participación de instituciones y especialistas en la dimensión ambiental, cultural, urbana, histórica, económica y social desde lo local, nacional e internacional. Se trata de articular, incorporar y vincular las distintas experiencias, visiones y aspiraciones que genera una iniciativa de esta naturaleza.
La Norma considera al espacio público como un elemento estratégico para el desarrollo sostenible de los asentamientos humanos, el bienestar y el derecho de sus habitantes al disfrute de espacios dignos, a través de una planeación urbana más humana y vital. Sin embargo, ésta tiende a concebir al espacio público predominantemente en su dimensión funcional y como infraestructura, desplazando el objeto social, que pudiera incorporar variables relevantes como la perspectiva de género y los cuidados. Lo anterior debido en parte a que la Ley de Infraestructura de Calidad vinculada a la NOM, fija y desarrolla las fases de la política industrial en el ámbito del Sistema Nacional de Infraestructura de Calidad, a través de actividades de normalización, estandarización, acreditación y evaluación de la conformidad y metrología.
El cuerpo de la NOM destaca que la adecuada gestión del espacio público cohesiona zonas, proporciona acceso universal a servicios y oportunidades de la urbanización, reduce el impacto ambiental, apoya vínculos económicos, genera sentido de comunidad, identidad cívica y cultura con impacto en la seguridad urbana. Ante esto surgen preguntas: ¿cómo trasladar hacia la experiencia vivencial esta serie de cualidades posibles y colocar al centro del debate y de la instrumentación, la capacidad integradora y distributiva del espacio público como un componente fundamental de la vida social urbana? Al reconocer la pluralidad de usos, significados, funciones y necesidades de un espacio disputado donde se producen encuentros y desencuentros, acuerdos y conflictos.
La estructura de la Norma parte de una definición y clasificación del espacio público. Posteriormente define conceptos (terminología) para homologar el lenguaje en tipos y componentes (caracterización). Finalmente expone la planeación de los espacios públicos como un sistema que funciona de forma articulada y genera redes en la urbanización (aplicación) en base a una propuesta metodológica. Lo anterior representa un gran avance en el abordaje de este importante componente urbano -el cual ha tenido una tendencia a la fragmentación-, que a través de indicadores pueda convertirse en una oportunidad de extender y democratizar la dotación, cantidad, calidad, diversidad y escalas de los espacios públicos partiendo de la calle, la esquina y la banqueta, para extenderse a espacios de tránsito y paseo, jardines de proximidad, áreas verdes, parques y plazas, promoviendo lugares para el descanso, el arte, la recreación, el juego, el deporte, la celebración, el intercambio, el comercio y el consumo así como la expresión colectiva de demandas.
Ciertas concepciones de espacio público han dejado de lado la atención y mejoramiento de espacios cotidianos de reunión y concentración próximos a equipamientos tales como mercados, escuelas, hospitales y nodos de transporte e intercambio en las urbanizaciones mexicanas. En este sentido, ¿de qué manera esta Norma podría articular un repertorio amplio e incluyente de derechos bajo una política integral y multidimensional de espacio público vinculada a la planeación y el desarrollo urbano en nuestras ciudades? En las cuales, además del encuentro y la socialización, el espacio público es escenario de desencuentros y prácticas violentas efecto de las grandes desigualdades. Es lugar de trabajo y de consumo de satisfactores básicos y en él, amplios sectores de la población hacen uso de los bienes y recursos públicos durante los tiempos de traslado.
Ciertas concepciones de espacio público han dejado de lado la atención y mejoramiento de espacios cotidianos de reunión y concentración próximos a equipamientos tales como mercados, escuelas, hospitales y nodos de transporte e intercambio en las urbanizaciones mexicanas. En este sentido, ¿de qué manera esta Norma podría articular un repertorio amplio e incluyente de derechos bajo una política integral y multidimensional de espacio público vinculada a la planeación y el desarrollo urbano en nuestras ciudades? En las cuales, además del encuentro y la socialización, el espacio público es escenario de desencuentros y prácticas violentas efecto de las grandes desigualdades. Es lugar de trabajo y de consumo de satisfactores básicos y en él, amplios sectores de la población hacen uso de los bienes y recursos públicos durante los tiempos de traslado.