De lo privado y lo público en cuarentena del Covid-19
julio 21, 2020Nota Urbana. Espacio público, medio ambiente y salud
agosto 3, 2020En la discusión que abren estas Notas Urbanas sobre el debate en torno a la Ley de Espacio Público, nos preguntamos ¿por qué importa el espacio público en la Ciudad de México? ¿Importa como elemento central de la planificación, de la articulación urbana y de la integración social? ¿En qué medida cumple estas funciones? Lo público como espacio de la ciudadanía no corresponde a la realidad actual de la ciudad que experimenta los efectos de profundas transformaciones inscritas en el modelo de urbanización puesto en práctica en las últimas tres décadas de neoliberalismo y de nuevas políticas urbanas que privilegian el urbanismo de grandes proyectos. El debate y reclamo abierto por el derecho a la ciudad y por el derecho al espacio público renace con este siglo veintiuno, como reacción frente a realidades urbanas de exclusión, de privatización y mercantilización, de debilitamiento y degradación que fragmentan el sentido de lo público como lugar común entre diferentes. En este contexto el derecho al espacio público se incorpora en la Primera Constitución de la Ciudad de México (2017), con lineamientos en al menos cuatro artículos 13, 16,53 y 59, que vale la pena consultar en este debate sobre la Ley de Espacio Público, puesto que lo define como bien común y establece entre otras cosas que Gobierno de la Ciudad, de acuerdo con la ley, impedira? la ocupación privada de los espacios públicos, vías de circulación y áreas no urbanizables. Con estas inquietudes y la pregunta de ¿por y para qué una ley de espacio público? rescatamos algunas ideas expuestas en esteForo:
Mesa 1.Derecho a la movilidad y al tiempo libre
La introducción[3] sitúa el tema de la Ley de Espacio Público en la conformación de ciudades y regiones metropolitanas que ha desplazado a la planeación urbana y desvalorizado al espacio público.Se distinguen dos líneas de discusión, la primera expuesta por Xavier Treviño[4], consultor en movilidad urbana,relativa al marco jurídico normativo de la nueva Ley de Espacio Público que tiene que ver con las leyes de: Desarrollo Urbano, Movilidad, Cultura Cívica, Establecimientos Mercantiles, Ambiental y Seguridad Ciudadana. Considera que el desafío es ¿cómo armonizar estas leyes con la nueva ley? Señala como ejemplo la movilidad, afirmando que “la accesibilidad al sistema (física y financiera), la calidad y la cobertura (porcentaje de población que esta próxima al servicio) deben vincularse con los costos sociales y ambientales, de ahí está la importancia de la regulación, control y contraprestación”. Propone cuatro consideraciones ala Comisión responsable de la Ley de Espacio Público: definir y enmarcar el derecho; enfocarse en la garantía del derecho; la armonización jurídica; y la creación de facultades e instrumentos. En la intervención de Gabriel Todd[5],destaca que el objetivo del espacio público es la convivencia de todos y luego viene la movilidad, para evitar la priorización del automóvil. Gabriela Salido[6], cierra con la interrogante de ¿cómo incide el espacio público como articulador en la calidad de vida, ya que ha estado sujeto a los grandes desarrollos urbanos? y, destaca la importancia de reconocer y regular el comercio informal.
La segunda línea de discusión sobre el derecho al tiempo libre, se enfoca a la relación entre la función educadora del espacio público, el uso y la disponibilidad de tiempo libre.Inicia Demetrio Valdéz[7]hablando de la necesidad de educar para el uso del tiempo y afirma que el espacio público es el lugar para esta educación. La participación de Lupe Aguilar,[8] maestra en recreación y ocio,abre la discusión a considerar experiencias de otras ciudades y su oferta recreativa en espacios públicos: Bilbao -ciudad ocio-, Medellín -centros recreativos en zonas pobres-, y Ciudad de México -programas vacacionales de albercas en zonas populares-. Plantea que hay diferentes tiempos libres: fin de semana, aislamiento, jubilación, cotidiano, y ello requiere el acceso a lugares y programas con personal capacitado. La doctora Aguilar considera necesaria la educación para el uso del tiempo libre y acercar opciones a la gente que más lo necesita y afirma que la falta de opciones en aislamiento, influye en la violencia intrafamiliar en tiempos de pandemia.
Mesa 1.Derecho a la movilidad y al tiempo libre
La introducción[3] sitúa el tema de la Ley de Espacio Público en la conformación de ciudades y regiones metropolitanas que ha desplazado a la planeación urbana y desvalorizado al espacio público.Se distinguen dos líneas de discusión, la primera expuesta por Xavier Treviño[4], consultor en movilidad urbana,relativa al marco jurídico normativo de la nueva Ley de Espacio Público que tiene que ver con las leyes de: Desarrollo Urbano, Movilidad, Cultura Cívica, Establecimientos Mercantiles, Ambiental y Seguridad Ciudadana. Considera que el desafío es ¿cómo armonizar estas leyes con la nueva ley? Señala como ejemplo la movilidad, afirmando que “la accesibilidad al sistema (física y financiera), la calidad y la cobertura (porcentaje de población que esta próxima al servicio) deben vincularse con los costos sociales y ambientales, de ahí está la importancia de la regulación, control y contraprestación”. Propone cuatro consideraciones ala Comisión responsable de la Ley de Espacio Público: definir y enmarcar el derecho; enfocarse en la garantía del derecho; la armonización jurídica; y la creación de facultades e instrumentos. En la intervención de Gabriel Todd[5],destaca que el objetivo del espacio público es la convivencia de todos y luego viene la movilidad, para evitar la priorización del automóvil. Gabriela Salido[6], cierra con la interrogante de ¿cómo incide el espacio público como articulador en la calidad de vida, ya que ha estado sujeto a los grandes desarrollos urbanos? y, destaca la importancia de reconocer y regular el comercio informal.
La segunda línea de discusión sobre el derecho al tiempo libre, se enfoca a la relación entre la función educadora del espacio público, el uso y la disponibilidad de tiempo libre.Inicia Demetrio Valdéz[7]hablando de la necesidad de educar para el uso del tiempo y afirma que el espacio público es el lugar para esta educación. La participación de Lupe Aguilar,[8] maestra en recreación y ocio,abre la discusión a considerar experiencias de otras ciudades y su oferta recreativa en espacios públicos: Bilbao -ciudad ocio-, Medellín -centros recreativos en zonas pobres-, y Ciudad de México -programas vacacionales de albercas en zonas populares-. Plantea que hay diferentes tiempos libres: fin de semana, aislamiento, jubilación, cotidiano, y ello requiere el acceso a lugares y programas con personal capacitado. La doctora Aguilar considera necesaria la educación para el uso del tiempo libre y acercar opciones a la gente que más lo necesita y afirma que la falta de opciones en aislamiento, influye en la violencia intrafamiliar en tiempos de pandemia.
Mesa 2. El espacio público en la planeación de la ciudad.
En la discusión en torno a la Ley de Espacio Público, el tema de la planificación participativa es fundamental, visto desde una dimensión institucional que permita entender cómo las prácticas sociales pueden ser tomadas en cuenta en la elaboración de planes, programas y estrategias urbanas.Se trata de encontrar el equilibrio entre las políticas urbanas y las dinámicas sociales y entender al espacio público como eje articulador de cuatro de las dimensiones de la vida urbana: lo cultural, lo social, lo político y lo económico. En esta mesa se expusieron ideas desde la teoría, la técnica y las prácticas en el espacio público. En la primera parte Andrea Esparza[9], arquitecta paisajista, argumentó en favor de la centralidad de las personas y grupos vulnerables.Considera que la función social del espacio público no solo es recreativa sino también de movilidad, expresa nuestra identidad y debería adecuarse tanto al lugar urbano o rural donde se establecen las necesidades de la sociedad local en su diversidad. Respecto al acceso universal en condiciones actuales de pandemia, considera que tenemos que repensar la ciudad y destaca que la accesibilidad es tanto al interior de un lugar así como la manera como las personas llegan a él. Plantea definir ¿qué es el espacio público y qué no es?¿Qué tan público puede ser un espacio? Por ejemplo, la diferencia entre áreas naturales y áreas recreativas.
De otra parte, destaca la importancia de limpiar elementos rezagados: casetas de teléfonos que ya no se usan, postes viejos, basureros que pone la gente en banquetas y por ello la generación de normas es importante, enfatizando que la ley debe aterrizar al ciudadano común. Pensar el espacio público desde lo técnico no es suficiente, se requiere de la participación ciudadana. Por último, planteó la interrogante de ¿cómo regresaremos a habitar nuestros espacios públicos cotidianos, desde las medidas de sanitización? ¿Cómo educar y trabajar en la construcción de ciudadanía y la cultura del cuidado?
En la segunda parte el maestro Alejandro Polo[10], arquitecto especialista en mejoramiento urbano,describe el cambio de paradigma al poner al centro a la persona y al espacio público como articulador de la ciudad.Subraya una crítica a los planes y programas delegacionales que considera versiones de los años noventa que no tienen nada que ver con los modos de vida actuales.Ante esto, expresó la necesidad deactualizar las formas de gestión y cambiar la manera como planificamos la ciudad, con instrumentos para cada escala.El espacio público como elemento estructurador de la ciudad -argumenta-, requiere transversalidad en la toma de decisiones y acciones de mejoramiento, de uso de recursos y del uso mismo del espacio público como articulador de la movilidad, servicios de salud y educación, entre otros. Destaca la importancia de definir qué espacio público se va a recuperar y qué espacio público hay que crear. Por último, menciona al Instituto de Planeación que tendrá la responsabilidad de definir que sí y que no es válido garantizando la representación de la ciudadanía.
La discusión sobre la importancia de la planificación urbana cedió el lugar a los espacios públicos y su posibilidad de ser, no solo elementos estructurantes y funcionales de la ciudad sino, tejedores de la vida urbana desde las prácticas sociales. Si la intención de la Ley de Espacio Público es ser un elemento donde participen gobierno, ciudadanos, actores privados y academia, es importante discutir para qué modelo de ciudad y conocer ¿qué tipo de espacios públicos existen y dónde en nuestra ciudad? ¿a qué necesidades responden y en qué condiciones físico-sociales se encuentran?¿a través de qué mecanismos de participación ciudadana se conserva, mantiene o mejora su calidad? Las políticas urbanas de corte neoliberal¿podrán re diseñarse con el impulso de esta nueva ley para una gestión democrática en la ciudad?
Al concebir a la ciudad como espacio social podemos hablar del habitar urbano, de los procesos y de las prácticas sociales que tendrían que ser tomados en cuenta en el diseño de las políticas urbanas orientadas a reconstruir la ciudad desde el espacio público como derecho urbano. Fortalecer este derecho con la participación ciudadana, es el punto de partida para reconstruir la ciudad con atención tanto en temas de empleo, educación, medio ambiente y salud, como en el mantenimiento y regeneración de calles, plazas, parques y espacios de movilidad seguros. El desafío de articular centralidades y periferias para contrarrestar la pobreza del tiempo -libre- generada por las horas de traslados cotidianos que afecta a tod@s las personas, pero más y particularmente a mujeres y madres.Considerar el Derecho al Espacio Público establecido en la Primera Constitución de la Ciudad de México sería útil en este debate para la elaboración de la Ley.
En la discusión en torno a la Ley de Espacio Público, el tema de la planificación participativa es fundamental, visto desde una dimensión institucional que permita entender cómo las prácticas sociales pueden ser tomadas en cuenta en la elaboración de planes, programas y estrategias urbanas.Se trata de encontrar el equilibrio entre las políticas urbanas y las dinámicas sociales y entender al espacio público como eje articulador de cuatro de las dimensiones de la vida urbana: lo cultural, lo social, lo político y lo económico. En esta mesa se expusieron ideas desde la teoría, la técnica y las prácticas en el espacio público. En la primera parte Andrea Esparza[9], arquitecta paisajista, argumentó en favor de la centralidad de las personas y grupos vulnerables.Considera que la función social del espacio público no solo es recreativa sino también de movilidad, expresa nuestra identidad y debería adecuarse tanto al lugar urbano o rural donde se establecen las necesidades de la sociedad local en su diversidad. Respecto al acceso universal en condiciones actuales de pandemia, considera que tenemos que repensar la ciudad y destaca que la accesibilidad es tanto al interior de un lugar así como la manera como las personas llegan a él. Plantea definir ¿qué es el espacio público y qué no es?¿Qué tan público puede ser un espacio? Por ejemplo, la diferencia entre áreas naturales y áreas recreativas.
De otra parte, destaca la importancia de limpiar elementos rezagados: casetas de teléfonos que ya no se usan, postes viejos, basureros que pone la gente en banquetas y por ello la generación de normas es importante, enfatizando que la ley debe aterrizar al ciudadano común. Pensar el espacio público desde lo técnico no es suficiente, se requiere de la participación ciudadana. Por último, planteó la interrogante de ¿cómo regresaremos a habitar nuestros espacios públicos cotidianos, desde las medidas de sanitización? ¿Cómo educar y trabajar en la construcción de ciudadanía y la cultura del cuidado?
En la segunda parte el maestro Alejandro Polo[10], arquitecto especialista en mejoramiento urbano,describe el cambio de paradigma al poner al centro a la persona y al espacio público como articulador de la ciudad.Subraya una crítica a los planes y programas delegacionales que considera versiones de los años noventa que no tienen nada que ver con los modos de vida actuales.Ante esto, expresó la necesidad deactualizar las formas de gestión y cambiar la manera como planificamos la ciudad, con instrumentos para cada escala.El espacio público como elemento estructurador de la ciudad -argumenta-, requiere transversalidad en la toma de decisiones y acciones de mejoramiento, de uso de recursos y del uso mismo del espacio público como articulador de la movilidad, servicios de salud y educación, entre otros. Destaca la importancia de definir qué espacio público se va a recuperar y qué espacio público hay que crear. Por último, menciona al Instituto de Planeación que tendrá la responsabilidad de definir que sí y que no es válido garantizando la representación de la ciudadanía.
La discusión sobre la importancia de la planificación urbana cedió el lugar a los espacios públicos y su posibilidad de ser, no solo elementos estructurantes y funcionales de la ciudad sino, tejedores de la vida urbana desde las prácticas sociales. Si la intención de la Ley de Espacio Público es ser un elemento donde participen gobierno, ciudadanos, actores privados y academia, es importante discutir para qué modelo de ciudad y conocer ¿qué tipo de espacios públicos existen y dónde en nuestra ciudad? ¿a qué necesidades responden y en qué condiciones físico-sociales se encuentran?¿a través de qué mecanismos de participación ciudadana se conserva, mantiene o mejora su calidad? Las políticas urbanas de corte neoliberal¿podrán re diseñarse con el impulso de esta nueva ley para una gestión democrática en la ciudad?
Al concebir a la ciudad como espacio social podemos hablar del habitar urbano, de los procesos y de las prácticas sociales que tendrían que ser tomados en cuenta en el diseño de las políticas urbanas orientadas a reconstruir la ciudad desde el espacio público como derecho urbano. Fortalecer este derecho con la participación ciudadana, es el punto de partida para reconstruir la ciudad con atención tanto en temas de empleo, educación, medio ambiente y salud, como en el mantenimiento y regeneración de calles, plazas, parques y espacios de movilidad seguros. El desafío de articular centralidades y periferias para contrarrestar la pobreza del tiempo -libre- generada por las horas de traslados cotidianos que afecta a tod@s las personas, pero más y particularmente a mujeres y madres.Considerar el Derecho al Espacio Público establecido en la Primera Constitución de la Ciudad de México sería útil en este debate para la elaboración de la Ley.
[1]Arquitecta con Maestría en Arquitectura de Paisaje, coordinadora de Norma Oficial Mexicana del Espacio Público y Miembro de la ASLA (American Association of Landscape Architects).
[2]Profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y Consultor independiente especializado en la elaboración y coordinación de Planes Maestros de Desarrollo Urbano Inmobiliario y Turístico; y profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM
[1]Profesora-Investigadora en el Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
[2]Dra. en Arq. Gloria Patricia Medina Serna. Profesora de Tiempo Completo. Facultad de Arquitectura. UNAM
[3]Indira Kempif, senadora por mayoría del estado de Nuevo León, afiliada al partido Movimiento Ciudadano.
[4]Es fundador de Céntrico, organismo de consultoría sobre movilidad urbana.
[5]Asesor en planificación y gestión urbana. Ex director del Instituto de Planeación y Gestión Urbana en Monterrey.
[6]Diputa de Representación Proporcional por el PAN y Presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público.
[7]Director de Educación de la alcaldía Coyoacán. Miembro de la Academia de Tiempo Libre de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
[8]Decana Línea Social de la Universidad de Fútbol y Ciencias del Deporte (UFD) y Decana de Administración del tiempo libre en la Universidad YMCA.
[9]Arquitecta con Maestría en Arquitectura de Paisaje, coordinadora de Norma Oficial Mexicana del Espacio Público y Miembro de la ASLA (American Association of Landscape Architects).
[10]Profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y Consultor independiente especializado en la elaboración y coordinación de Planes Maestros de Desarrollo Urbano Inmobiliario y Turístico; y profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM