La violencia de género en los espacios públicos. Un análisis del Metro de la Ciudad de México
agosto 8, 2020Experiencias Público – Privadas en la vida cotidiana, COVID-19
septiembre 25, 2020Introducción
El papel esencial del espacio público en los diferentes aspectos de la vida urbana como espacio común para la interacción, el encuentro, la participación, expresión ciudadana y la innovación de prácticas urbanas, implica su revisión y replanteamiento con miras a una política urbana que resignifique y apueste por relanzar los espacios públicos como pieza clave del orden urbano, que permitan revertir su progresivo debilitamiento, erosión y privatización del que ha sido objeto en las últimas décadas de urbanismo neoliberal.En este sentido en la introducción a este cuarto foro Gabriela Salido[3] sitúa la importancia de la recuperación del espacio público en nuestra ciudad para fortalecer el desarrollo y atención a necesidades, comportamientos y prácticas comunitarias de sociabilización, manifestación cultural, entretenimiento, recreación y lo que denomino, sana convivencia. El espacio público como el lugar del encuentro social y la expresión de los habitantes de la ciudad.
Mesa 1. Mecanismos de participación ciudadana en el espacio público.
El tema de la participación ciudadana cobra relevancia en la medida que significa pensar el ejercicio de la ciudadanía desde una visión multidimensional, implica las diferentes maneras de construcción y participación ciudadana, desde arriba hacia abajo, desde abajo hacia arriba, en los ámbitos público y privado; concierne a los aspectos que tienen que ver con una responsabilidad activa en la vida de una comunidad, desde las prácticas sociales, culturales, legales y no solamente desde una ciudadanía formal, parte de un marco político y una comunidad política en un ámbito institucional.En esta mesa estuvo presente la voz de los vecinos que han colaborado en la construcción de los mecanismos de participación ciudadana en la Ciudad de México y la inclusión de su papel y participación en el marco de la Ley de Espacio Público.
En esta mesa se enfatizó que los mecanismos de participación ciudadana garantizan la inclusión e igualdad en los espacios públicos y generan un sentido de pertenencia de los habitantes a dichos lugares.
La creación de espacios públicos se logra con la participación ciudadana en el proceso de diseño y gestión de éstos, es la ciudadanía que los habita la que conoce las necesidades y potenciales de sus espacios públicos. De ahí la importancia de tener mecanismos de participación integrales y coordinados de manera eficiente. En este sentido, la Ley de Espacio Público es una oportunidad para generar una participación tripartita entre la autoridad (el gobierno), la iniciativa privada y la ciudadanía, y de esa forma garantizar procesos participativos integrales y transparentes.
Durante su participación María Teresa Ruiz[4] mencionó la relevancia que tiene la creación de consejos ciudadanos de representación ciudadana y de articulación con los consejos asesores conformados por académicos y especialistas, para de esa forma, minimizar experiencias desastrosas donde no hubo presencia ciudadana en los proyectos realizados -el caso referido de las obras de la Avenida Presidente Masaryk.
Es importante que no se llegue a una práctica de simulación de dicha participación como lo mencionó Adriana Zenteno[5] en referencia al proyecto del parque lineal Ferrocarril de Cuernavaca, en donde las propuestas de los habitantes de la zona no se tomaron en cuenta. Magda Hoffman[6] y Adriana Zenteno destacaron la trascendencia de la Ley de Espacio público sobre todo por considerar que “el espacio público de la ciudad representa un tercio de la ciudad”. Desde su posición de vecinas dijeron que la no planeación puede generar problemáticas como el crecimiento desordenado, problemas de vialidad y el comercio ambulante, y recalcaron que se debe poner especial atención en los temas de transparencia y la socialización de los proyectos en el espacio público.
Los panelistas Oscar Arturo Brena Luna[7], Adriana Zenteno y Rogelio García-Mora Pinto[8], de la alcaldía Cuauhtémoc, coincidieron en señalar las problemáticas comunes en sus respectivas colonias: mínima participación ciudadana para el diseño y gestión del espacio público; problemas de vialidad, “los baches”, el comercio en la vía pública y la falta de espacios de ocio y disfrute.
Todos los panelistas reconocieron la pertinencia de garantizar en la Ley de Espacio Público las áreas verdes, las dinámicas de la vida cotidiana, usos y costumbres, la participación ciudadana, y un desarrollo sostenible a través de la colaboración tripartita entre autoridad-iniciativa privada-ciudadanía para encontrar un equilibrio económico, social y ambiental.
Desde la perspectiva de los derechos humanos se considera está Ley como una base para el ejercicio del derecho al espacio público, promoviendo el desarrollo de una ciudad educadora, cultural, innovadora y sustentable. Se planteó la pregunta ¿cómo garantizar la convivencia social y los derechos educativos en el espacio público? Por su parte, Laura Villavicencio[10] afirmó que hablar del espacio público es complejo, debido a que el concepto de espacio público debe verse desde diversas visiones multidimensionales y multidisciplinares. Es un espacio donde confluyen diferentes vertientes, desde los usos sociales hasta temas de patrimonio y planificación urbana.
Cruzando con el tema de participación ciudadana de la primera mesa, Villavicencio centró su participación en la experiencia que nos permite tener una ciudad más inclusiva, resiliente, segura y solidaria. Abordó el tema de lo multicultural y lo intercultural presente en la Ciudad de México. Lo multicultural, como espacio de encuentro para los distintos grupos sociales, etnias e identidades culturales, se ha construido de forma desigual, debilitando las formas incluyentes en su apropiación y uso. Por ejemplo, la omisión del uso del cubrebocas por algunos ciudadanos en los espacios públicos expresa falta de empatía, como consecuencia de una visión individualista en la ciudad neoliberal, y de la misma forma en la educación neoliberal. La importancia de comprender y pensar en el otro para asimilarlo como uno mismo, y de ver al espacio público como un espacio educativo. En esa misma línea Alma Herrera Márquez[11], reafirmó que la ciudad es un ente multicultural, multilingüe con enfoques y perspectivas diversas, de tal manera que “esta ciudad defiende el derecho al ejercicio de ser educado, es una ciudad educadora, de innovación que atiende los procesos educativos”.
Una segunda reflexión en esta mesa consistió en plantear al espacio público como un espacio para impulsar los procesos educativos a través de la participación de los jóvenes en la recuperación de sus espacios. Se hizo mención del concurso “Vive con ciencia”, en que se convocó a los jóvenes para proponer ideas con impacto social, que atendieran problemáticas de su comunidad y contemplaraa los demás para mejorar las condiciones del espacio público.
Finalmente, las panelistas coincidenen que el espacio público ha dejado de ser un espacio de coexistencia y de convivencia, para convertirse en un espacio privado que expulsa a personas con diferentes identidades culturales, por tal motivo, consideran que la Ley de Espacio Público es un gran desafío para generar mejores estrategias de convivenciay de fortalecimiento de una ciudad educadora y de conocimiento. A partir de lo visto en esta mesa, es conveniente cuestionar, ¿Cómo se pueden articular y cómo están siendo tomados en cuenta temas tan importantes, referentes a los derechos culturales en la futura Ley de Espacio Público? En específico en lo relativo a las prácticas socioculturales y artísticas en el espacio público, los derechos a la formación artística y cultural, así como el derecho al acceso a bienes y servicios culturales, al patrimonio cultural, a la cooperación cultural ya la información y comunicación cultural. Cabe resaltar que estos aspectos tan cruciales para la vida urbana no fueron abordados en ninguna de las dos mesas.
Mesa 3. Protección civil y Resiliencia
En la tercera y última mesa se abordaron los aspectos relativos a la protección civil y la gestión de los riesgos. A lo largo de su historia y en la actualidad, la Ciudad de México y sus habitantes estamos expuesto de manera continua y latente a diversos riesgos; debido a las condiciones geográficas, ambientales, hidrológicas, sísmicas, meteorológicas, sociales y económicas existentes en la capital del país, en su origen una zona lacustre. Las diversas contingencias ambientales, sísmicas y las diversas tragedias que perviven en la memoria colectiva, han dejado diversos aprendizajes y capacidad de resiliencia en sus habitantes. Este tema cobra particular importancia en la emergencia sanitaria actual y lo convierte en un asunto prioritario para la política pública en la identificación de los riesgos, la prevención, la protección civil y la gestión de los riesgos.
Es importante que no se llegue a una práctica de simulación de dicha participación como lo mencionó Adriana Zenteno[5] en referencia al proyecto del parque lineal Ferrocarril de Cuernavaca, en donde las propuestas de los habitantes de la zona no se tomaron en cuenta. Magda Hoffman[6] y Adriana Zenteno destacaron la trascendencia de la Ley de Espacio público sobre todo por considerar que “el espacio público de la ciudad representa un tercio de la ciudad”. Desde su posición de vecinas dijeron que la no planeación puede generar problemáticas como el crecimiento desordenado, problemas de vialidad y el comercio ambulante, y recalcaron que se debe poner especial atención en los temas de transparencia y la socialización de los proyectos en el espacio público.
Los panelistas Oscar Arturo Brena Luna[7], Adriana Zenteno y Rogelio García-Mora Pinto[8], de la alcaldía Cuauhtémoc, coincidieron en señalar las problemáticas comunes en sus respectivas colonias: mínima participación ciudadana para el diseño y gestión del espacio público; problemas de vialidad, “los baches”, el comercio en la vía pública y la falta de espacios de ocio y disfrute.
Todos los panelistas reconocieron la pertinencia de garantizar en la Ley de Espacio Público las áreas verdes, las dinámicas de la vida cotidiana, usos y costumbres, la participación ciudadana, y un desarrollo sostenible a través de la colaboración tripartita entre autoridad-iniciativa privada-ciudadanía para encontrar un equilibrio económico, social y ambiental.
Mesa 2. Convivencia social, derechos educativos y culturales en el espacio público.
El tema de los derechos educativos y culturales es fundamental para la discusión en torno a la Ley de Espacio Público, su incidencia en la vida de los ciudadanos, en el desarrollo comunitario y en garantizar un acceso incluyente al espacio público. La segunda mesa inició con una breve introducción realizada por las diputadas Gabriela Salido y Lilia María Sarmiento[9], quienes destacaron que el espacio público es el escenario de la interacción cotidiana y el soporte físico de las actividades de los habitantes de la Ciudad de México, agregaron que satisface necesidades colectivas; promueve la capacidad relacional y mezcla distintos grupos y comportamientos; estimula la identificación simbólica, la expresión y la identificación cultural. En este sentido es un acierto considerar a la Ciudad de México como una ciudad multicultural, donde es necesario desarrollar formas incluyentes de apropiación del espacio público, de acceso a la cultura y la educación, para que de esa forma se pueda construir un mejor dictamen de ley.Desde la perspectiva de los derechos humanos se considera está Ley como una base para el ejercicio del derecho al espacio público, promoviendo el desarrollo de una ciudad educadora, cultural, innovadora y sustentable. Se planteó la pregunta ¿cómo garantizar la convivencia social y los derechos educativos en el espacio público? Por su parte, Laura Villavicencio[10] afirmó que hablar del espacio público es complejo, debido a que el concepto de espacio público debe verse desde diversas visiones multidimensionales y multidisciplinares. Es un espacio donde confluyen diferentes vertientes, desde los usos sociales hasta temas de patrimonio y planificación urbana.
Cruzando con el tema de participación ciudadana de la primera mesa, Villavicencio centró su participación en la experiencia que nos permite tener una ciudad más inclusiva, resiliente, segura y solidaria. Abordó el tema de lo multicultural y lo intercultural presente en la Ciudad de México. Lo multicultural, como espacio de encuentro para los distintos grupos sociales, etnias e identidades culturales, se ha construido de forma desigual, debilitando las formas incluyentes en su apropiación y uso. Por ejemplo, la omisión del uso del cubrebocas por algunos ciudadanos en los espacios públicos expresa falta de empatía, como consecuencia de una visión individualista en la ciudad neoliberal, y de la misma forma en la educación neoliberal. La importancia de comprender y pensar en el otro para asimilarlo como uno mismo, y de ver al espacio público como un espacio educativo. En esa misma línea Alma Herrera Márquez[11], reafirmó que la ciudad es un ente multicultural, multilingüe con enfoques y perspectivas diversas, de tal manera que “esta ciudad defiende el derecho al ejercicio de ser educado, es una ciudad educadora, de innovación que atiende los procesos educativos”.
Una segunda reflexión en esta mesa consistió en plantear al espacio público como un espacio para impulsar los procesos educativos a través de la participación de los jóvenes en la recuperación de sus espacios. Se hizo mención del concurso “Vive con ciencia”, en que se convocó a los jóvenes para proponer ideas con impacto social, que atendieran problemáticas de su comunidad y contemplaraa los demás para mejorar las condiciones del espacio público.
Finalmente, las panelistas coincidenen que el espacio público ha dejado de ser un espacio de coexistencia y de convivencia, para convertirse en un espacio privado que expulsa a personas con diferentes identidades culturales, por tal motivo, consideran que la Ley de Espacio Público es un gran desafío para generar mejores estrategias de convivenciay de fortalecimiento de una ciudad educadora y de conocimiento. A partir de lo visto en esta mesa, es conveniente cuestionar, ¿Cómo se pueden articular y cómo están siendo tomados en cuenta temas tan importantes, referentes a los derechos culturales en la futura Ley de Espacio Público? En específico en lo relativo a las prácticas socioculturales y artísticas en el espacio público, los derechos a la formación artística y cultural, así como el derecho al acceso a bienes y servicios culturales, al patrimonio cultural, a la cooperación cultural ya la información y comunicación cultural. Cabe resaltar que estos aspectos tan cruciales para la vida urbana no fueron abordados en ninguna de las dos mesas.
Mesa 3. Protección civil y Resiliencia
En la tercera y última mesa se abordaron los aspectos relativos a la protección civil y la gestión de los riesgos. A lo largo de su historia y en la actualidad, la Ciudad de México y sus habitantes estamos expuesto de manera continua y latente a diversos riesgos; debido a las condiciones geográficas, ambientales, hidrológicas, sísmicas, meteorológicas, sociales y económicas existentes en la capital del país, en su origen una zona lacustre. Las diversas contingencias ambientales, sísmicas y las diversas tragedias que perviven en la memoria colectiva, han dejado diversos aprendizajes y capacidad de resiliencia en sus habitantes. Este tema cobra particular importancia en la emergencia sanitaria actual y lo convierte en un asunto prioritario para la política pública en la identificación de los riesgos, la prevención, la protección civil y la gestión de los riesgos.El primer ponente de esta mesa, Renato Berrón[12] presentó diferentes observaciones a los artículos que componen esta Ley del Espacio Público, está el referido al artículo 61 sobre el derecho a la movilidad y los artículos 63 y 75, precisa que deberán ser las alcaldías la autoridad competente en diseñar, implementar políticas,programas y acciones públicas con el fin de garantizar el derecho a la movilidad, así como de la creación, rescate y rehabilitación de vías públicas en el ámbito de su competencia. El ponente subrayó que para efectos de esta ley en materia de ordenamiento territorial y desarrollo de la ciudad debe considerarse en el diseño del espacio público los principios de seguridad y resiliencia. En el caso del término de resiliencia comentó la importancia de tomar la definición que se establece en la Ley de gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México.
En una perspectiva de los riesgos Alejandrina Aguilar[13], retoma el concepto de resiliencia como la capacidad para sobrevivir, crecer y adaptarse que tienen los individuos y las comunidades y se pregunta ¿Cómo fomentarlas?, ¿Cómo generar los espacios? Plantea que es a través de las relaciones sociales lo que permitirá la resignificación del espacio público y la reconstrucción el tejido social. Resaltó la importancia de dar visibilidad a las acciones conjuntas en la comunidad. La inclusión y la apropiación de las acciones que desde la política pública se implementen son fundamentales. Considera de alta prioridad para el desarrollo urbano sustentable de la Ciudad de México la creación, ampliación, recuperación, mantenimiento y defensa del espacio público para la resiliencia, la movilidad y la vida comunitaria.
El último participante de esta mesa José Rafael Pérez Vargas[14], establece que el peligro, la vulnerabilidad y la exposición son los componentes del riesgo, en este nivel se plantea la gestión de riesgos a nivel de prevención de los riesgos futuros. La gestión correctiva está orientada a reducir el riesgo existente y preparar la respuesta. Una vez que se materializa la emergencia, que se presentan los riesgos la gestión es reactiva orientada a responder adecuadamente a la situación de auxilio. Los impactos y efectos que se viven posterior a una emergencia implican una recuperación que orienta la gestión (prospectiva y correctiva) hacia la reconstrucción resiliente.
Las preguntas finales se centraron en aspectos de protección civil como son los puntos de encuentro en caso de sismos, lasgrietas existentes en el subsuelo de algunas alcaldías y la calidad de los espacios públicos. En relación con esta mesa de protección civil y resiliencia, resulta importante repensar el término de resiliencia referido a los grupos sociales en el espacio urbano. Este concepto retomado de la ecología para definir la capacidad de la naturaleza para recuperar sus equilibrios alterados se aplicó a las conductas individuales que dan muestra de superación ante la adversidad y ha sido cuestionado en la medida que justifica las desigualdades y la falta de oportunidades.
Al aplicar esta noción a las ciudades, se asume que previo a una situación de emergencia existe un equilibrio social, económico y que es posible regresar a ese equilibrio donde las enormes desigualdades sociales y urbanas, como la privatización del espacio público es la norma. No se considera, por ejemplo, que son precisamente las inequidades sociales y urbanas las que definen las formas de resistir, adaptarse y fortalecerse ante una emergencia, como lo demuestra la actual crisis sanitaria por el Covid-19. Esta crisis sanitaria ha demostrado que son las desigualdades socioespaciales en la ciudad, la calidad de la vivienda, el acceso a los servicios de salud, las condiciones laborales las que hacen que los ciudadanos: experimenten, resistan, se adapten y recuperen de manera desiguala esta pandemia. Por ello, es importante repensar en una resiliencia crítica y transformadora. La resiliencia cobra sentido comolegado de experiencias, prácticas colectivas y saberes que deja una contingencia. Es repensar en clave de comunidad y participación ciudadana. ¿Cómo resignificar y construir el espacio público para la construcción de comunidad? Es desde el intercambio y la participación social una vía para enfrentar la adversidad, favorecer la solidaridad social, las prácticas urbanas alternativas, poder adquirir la fortaleza y recuperación colectiva ante un evento trágico.
[1]Doctorante, Posgrado de Urbanismo UNAM. [2]Maestra en Estudios Políticos y Sociales, UNAM. Maestra en T.Psicoanalítica. CIEP. [3]Diputada de Representación Proporcional por el PAN y presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público. [4]Directora Operativa de La Voz de Polanco, Asociación Civil y vecina de la colonia Polanco. [5]Politóloga y vecina de la alcaldía Miguel Hidalgo, Las Granadas. [6]Especialista en políticas públicas y vecina de la alcaldía Cuauhtémoc [7]Arquitecto y vecino de la colonia Nueva Santa María. [8]Arquitecto y vecino de la alcaldía Cuauhtémoc. [9]Diputada local del congreso de la Ciudad de México por parte del Partido del Trabajo (PT). [10]Economista y Doctora en Sociología. [11]Directora general del Instituto de Educación Superior Rosario Castellanos, CDMX. [12]Ingeniero del Instituto para la Seguridad de las Construcciones (ISC). [13]Especialista en crisis y manejo de conflictos. [14]Especialista en Gestión de Riesgos y Protección Civil.
En una perspectiva de los riesgos Alejandrina Aguilar[13], retoma el concepto de resiliencia como la capacidad para sobrevivir, crecer y adaptarse que tienen los individuos y las comunidades y se pregunta ¿Cómo fomentarlas?, ¿Cómo generar los espacios? Plantea que es a través de las relaciones sociales lo que permitirá la resignificación del espacio público y la reconstrucción el tejido social. Resaltó la importancia de dar visibilidad a las acciones conjuntas en la comunidad. La inclusión y la apropiación de las acciones que desde la política pública se implementen son fundamentales. Considera de alta prioridad para el desarrollo urbano sustentable de la Ciudad de México la creación, ampliación, recuperación, mantenimiento y defensa del espacio público para la resiliencia, la movilidad y la vida comunitaria.
El último participante de esta mesa José Rafael Pérez Vargas[14], establece que el peligro, la vulnerabilidad y la exposición son los componentes del riesgo, en este nivel se plantea la gestión de riesgos a nivel de prevención de los riesgos futuros. La gestión correctiva está orientada a reducir el riesgo existente y preparar la respuesta. Una vez que se materializa la emergencia, que se presentan los riesgos la gestión es reactiva orientada a responder adecuadamente a la situación de auxilio. Los impactos y efectos que se viven posterior a una emergencia implican una recuperación que orienta la gestión (prospectiva y correctiva) hacia la reconstrucción resiliente.
Las preguntas finales se centraron en aspectos de protección civil como son los puntos de encuentro en caso de sismos, lasgrietas existentes en el subsuelo de algunas alcaldías y la calidad de los espacios públicos. En relación con esta mesa de protección civil y resiliencia, resulta importante repensar el término de resiliencia referido a los grupos sociales en el espacio urbano. Este concepto retomado de la ecología para definir la capacidad de la naturaleza para recuperar sus equilibrios alterados se aplicó a las conductas individuales que dan muestra de superación ante la adversidad y ha sido cuestionado en la medida que justifica las desigualdades y la falta de oportunidades.
Al aplicar esta noción a las ciudades, se asume que previo a una situación de emergencia existe un equilibrio social, económico y que es posible regresar a ese equilibrio donde las enormes desigualdades sociales y urbanas, como la privatización del espacio público es la norma. No se considera, por ejemplo, que son precisamente las inequidades sociales y urbanas las que definen las formas de resistir, adaptarse y fortalecerse ante una emergencia, como lo demuestra la actual crisis sanitaria por el Covid-19. Esta crisis sanitaria ha demostrado que son las desigualdades socioespaciales en la ciudad, la calidad de la vivienda, el acceso a los servicios de salud, las condiciones laborales las que hacen que los ciudadanos: experimenten, resistan, se adapten y recuperen de manera desiguala esta pandemia. Por ello, es importante repensar en una resiliencia crítica y transformadora. La resiliencia cobra sentido comolegado de experiencias, prácticas colectivas y saberes que deja una contingencia. Es repensar en clave de comunidad y participación ciudadana. ¿Cómo resignificar y construir el espacio público para la construcción de comunidad? Es desde el intercambio y la participación social una vía para enfrentar la adversidad, favorecer la solidaridad social, las prácticas urbanas alternativas, poder adquirir la fortaleza y recuperación colectiva ante un evento trágico.
[1]Doctorante, Posgrado de Urbanismo UNAM. [2]Maestra en Estudios Políticos y Sociales, UNAM. Maestra en T.Psicoanalítica. CIEP. [3]Diputada de Representación Proporcional por el PAN y presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público. [4]Directora Operativa de La Voz de Polanco, Asociación Civil y vecina de la colonia Polanco. [5]Politóloga y vecina de la alcaldía Miguel Hidalgo, Las Granadas. [6]Especialista en políticas públicas y vecina de la alcaldía Cuauhtémoc [7]Arquitecto y vecino de la colonia Nueva Santa María. [8]Arquitecto y vecino de la alcaldía Cuauhtémoc. [9]Diputada local del congreso de la Ciudad de México por parte del Partido del Trabajo (PT). [10]Economista y Doctora en Sociología. [11]Directora general del Instituto de Educación Superior Rosario Castellanos, CDMX. [12]Ingeniero del Instituto para la Seguridad de las Construcciones (ISC). [13]Especialista en crisis y manejo de conflictos. [14]Especialista en Gestión de Riesgos y Protección Civil.